Energía

Reciclar, la basura no es basura

Tenemos que comenzar por entender que los residuos son mucho más que basura, son materia prima

mexico-canastaCiudad de México.— Ante la pregunta ¿cómo podemos sacar el mayor provecho a los residuos?, podríamos encontrar algunas respuestas en prácticas internacionales que muestran un amplio aprovechamiento en este rubro con el objetivo de adaptarlas a las necesidades de nuestra ciudad.

Tenemos que comenzar por entender que los residuos son mucho más que basura, son materia prima; y la generación energética a partir de ellos puede cubrir gran parte de la demanda de electricidad de las metrópolis. En la ciudad de Hamburgo, la segunda más grande de Alemania, las leyes obligan a los hogares a separar la basura en varias categorías y utilizar productos elaborados con materiales reciclados, señaló Michael Pollmann, subsecretario de Medio Ambiente de Hamburgo, en entrevista para Teorema Ambiental.

A su vez, la sociedad alemana asume gran responsabilidad para prevenir la generación de residuos con las actitudes de los consumidores. “Un sistema de manejo responsable de los residuos con criterios de sustentabilidad tiene que basarse en la conciencia de la ciudadanía para generar una voluntad de participación”, recalcó Pollmann.

Los habitantes de Hamburgo están obligados a tener cuatro cestos para separar los residuos: azul para papel, verde para orgánicos, amarillo para embalajes (papel, plástico, vidrio) y gris para todos los objetos que no son reciclables. Se llega a recuperar al año hasta 34 mil toneladas de embalajes, 30 mil toneladas de vidrio, 12 mil de electrónicos y en ropa seis mil toneladas.

El reciclaje de papel llega a las 100 mil toneladas respecto a los hogares y 136 mil provenientes del comercio y la industria, aunque esta cifra va a la baja, debido al incremento de la conciencia ambiental y la tecnología; “hace diez años se podía observar a las personas en el metro leyendo periódico, en la actualidad se ve a las personas leyendo a través de sus artefactos electrónicos, lo que implica menos demanda y menos producción de papel”, comentó Michael Pollmann.

Respecto a los residuos biológicos, la empresa pública de Hamburgo ha construido una planta de fermentación seca que tiene una capacidad de 70 mil toneladas al año y produce básicamente biogás.

El biogás no se usa para generar electricidad sino que se va directamente a la red de gas natural, la cual circula en la ciudad para abastecer cocinas y calefacciones de los hogares de esta ciudad.

Es así como la biomasa es destinada a las plantas de generación de gas, mientras que todos los residuos que no son susceptibles al reciclaje van a la incineración en un 100 por ciento para la generación energética; de esta manera se saca el máximo provecho de los residuos.

En el mundo hay dos mil 500 plantas de incineración en más de 30 países. En los últimos años la incineración con recuperación de energía ya no forma parte del debate político y ecológico en Europa.

Sus beneficios ambientales han sido reconocidos por una gran parte de los colectivos sociales, “la tecnología de la incineración yo la consideraría ahora absolutamente segura y limpia, es verdad que a su comienzo en los años ochenta los ambientalistas hicieron campañas en su contra, hoy en día esto ya no sucede en Europa porque la legislación actual ha implementado exigencias técnicas altas y se puede decir que el aire que sale de la chimenea es más limpio que el aire que entra en el horno”, aseguró el subsecretario de Medio Ambiente de la ciudad de Hamburgo.

La electricidad que se genera a partir de este sistema representa el 8 por ciento de la demanda eléctrica total y la energía calórica constituye un 30 por ciento de lo que se utiliza en agua caliente para la calefacción.

Sin embargo, el aprovechamiento energético de los residuos urbanos en Hamburgo es tan solo un ejemplo de muchos casos exitosos que utilizan diferentes tecnologías para este fin de acuerdo con sus legislaciones y las necesidades particulares de cada región. Conviene analizar otros ejemplos, pero lo más beneficioso es poner manos a la obra para que en un futuro cercano todos los residuos generados en el país sean valorizables.

Fuente: Teorema Ambiental, imagen

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