Energía

Preocupa fusión energética

Analizan impacto de la fusión de las firmas francesas Suez y Gaz de France

La planeada fusión entre Suez y Gaz de France (GDF) será sometida a una prueba crucial en los próximos días, con la Comisión Europea lista para informar a los grupos franceses de energía sobre sus preocupaciones en relación al impacto que tendrá el acuerdo en los mercados de electricidad y gas.

Fuentes cercanas al acuerdo informaron que la Comisión pondrá en claro sus preocupaciones en una declaración confidencial de objeciones que será emitida en estos días. Dijeron que las objeciones de Bruselas se relacionaban con la fuerte posición que tendría el grupo fusionado dentro del mercado francés del gas, donde la de por sí dominante posición de GDF recibirá un mayor estímulo de las actividades de Distrigas, filial de Suez.

La comisión también planea externar sus preocupaciones en relación con la participación de GDF en SPE, una compañía belga de electricidad, así como sobre la influencia de Suez en la red de operadores de gas y electricidad de Bélgica.

La declaración de objeciones únicamente representa la evaluación preliminar de la Comisión sobre el acuerdo y no significa que la fusión será automáticamente bloqueada.

Se deberá tomar una decisión final sobre el acuerdo políticamente delicado a más tardar el 25 de octubre próximo.

Thierry Breton, ministro de Finanzas de Francia, dijo ayer al periódico Le Figaro que “no le preocupaba” la investigación de competencia de la Comisión sobre la fusión planeada entre GDF y Suez.

En un intento por calmar las preocupaciones por el tono severo de la declaración de objeciones de la Comisión, Breton indicó que ambas compañías podrán ofrecer “remedios” para cualquier problema planteado por Bruselas.

“Dichos remedios pueden ser enajenaciones, ventas de participación de mercado o compromisos en materia de comportamiento”, dijo.

El ministro francés también aprobó el reciente apoyo al acuerdo GDF/Suez por parte de Nicolas Sarkozy, ministro del Interior y líder del partido gobernante UMP. Sarkozy generó especulación de que estaba en contra del acuerdo al guardar silencio sobre el asunto hasta su reciente mensaje de apoyo esta semana.

Miembros del parlamento serán convocados a terminar sus vacaciones una semana antes de lo previsto para una sesión especial que comenzará el 7 de septiembre, en la que se debatirá y votará la nueva ley que se necesita para que el Estado recorte su participación en GDF por debajo de 70 por ciento.

La declaración de apoyo al acuerdo por parte de Sarkozy provocó las críticas de partidos de oposición izquierdistas y de sindicatos, quienes acusan al optimista presidencial de traicionar una promesa hecha cuando era ministro de Finanzas en 2004, en la que se comprometió a mantener al menos 70 por ciento de GDF.

Fuente: Financial Times

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