Energía

México y Chile evalúan producción de bioetanol

Para ejecutar el proyecto, investigadores se apoyaron en el uso de herramientas especializadas en el área bioenergética

bioetanol-chile

El proyecto “Evaluación de la producción de bioetanol a partir de agave lechuguilla” entre México y Chile, es cada vez más real gracias financiamiento a partir el Fondo de Cooperación Bilateral del Conacyt, que permitió fortalecer tecnología y conocimientos entre ambos países y desarrollar el sector bioenergético del noreste de México.

Se trata de una investigación que fue aprobada en 2015 y tuvo una duración de dos años. Este proyecto, básicamente fue una continuación del trabajo “Desarrollo de tecnologías de producción de etanol a partir de biomasa de plantaciones de lechuguilla (Agave lechuguilla) existentes y nuevas plantaciones de la región semidesértica del norte de México”.

“En este proyecto de cooperación bilateral nos enfocamos a llevar a cabo el estudio de la evaluación económica e impacto ambiental del proceso de producción del combustible o del carburante, en este caso del bioetanol, a partir de este insumo, la lechuguilla. Durante esos dos años se estuvieron haciendo estudios de simulación bajo diferentes escenarios”, explicó el doctor Leopoldo Ríos González, profesor e investigador en el Departamento de Biotecnología de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC).

“El proyecto de cooperación consistió en ambas partes, en transferir información relacionada a las herramientas y a los conocimientos que tenemos alrededor de la temática no solo de biocombustibles, sino de fermentaciones en general y aprovechamiento de materias primas lignocelulósicas, como es el caso del agave lechuguilla, que fue el enfoque de trabajo para este proyecto de colaboración”, indicó el doctor Julián Andrés Quintero Suárez, investigador de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), de Chile.

Para este trabajo, se hizo una simulación de tres escenarios para el escalamiento de un proyecto experimental, a partir de los estudios de impacto en el medio ambiente.

En el primero se planteó el proceso de producción de etanol bajo las condiciones en escala laboratorio. Un segundo escenario donde, además del proceso de producción de etanol, se adicionó una etapa de tratamiento de residuos, tanto líquidos como sólidos. Finalmente, en el tercer escenario donde, además de tener todo el proceso de producción de combustible y el sistema de tratamiento de residuos, se adicionaba un sistema de cogeneración de energía, mediante el uso de una caldera para que el proceso, o la energía que se utilizara en el proceso, se abasteciera a partir de este sistema de cogeneración.

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