Energía

Explorarán transnacionales yacimiento petrolero en aguas profundas cubanas

La petrolera española Repsol-YPF se alió ayer a la noruega Norsk Hydro y la india ONGC Videsh para explorar seis bloques en zonas submarinas cercanas a Cuba donde fue descubierto hace dos años crudo de buena calidad, dijeron las compañías.

La perspectiva de encontrar cantidades comerciales de crudo bajo las aguas cubanas del Golfo de México, en momentos de elevados precios internacionales, ha desatado un debate político sobre si también las petroleras de Estados Unidos deberían ser autorizadas a explorar en Cuba.

Según el contrato firmado por Cuba Petróleo (Cupet), Repsol-YPF, titular de los derechos, retendrá 40 por ciento de participación en el proyecto y cederá el restante 60 por ciento a Norsk Hydro y ONGC Videsh en partes iguales.

Los planes de exploración incluyen estudios sísmicos tridimensionales de un área de tres mil kilómetros cuadrados que serán completados en junio, dijo Egil Gloppen, director de Desarrollo de Negocios Internacionales de Hydro Oil & Energy.

Pero la perforación está prevista hasta 2008, debido a la elevada demanda de plataformas de alta profundidad en momentos en que se intensifica en el mundo la búsqueda de crudo debido a la presión de los altos precios.

“El año 2008 es probablemente la fecha más temprana, a menos que encontremos una plataforma que podamos usar inmediatamente, pero eso no es muy probable”, dijo Gloppen.

El ejecutivo de Hydro Oil & Energy señaló que existen en el mundo sólo entre 20 o 30 plataformas capaces de perforar a esas profundidades.

Respsol-YPF encontró en 2004 petróleo liviano de buena calidad a casi 1.6 kilómetros de profundidad en aguas de la zona de exclusión económica de Cuba en el Golfo de México, pero no en cantidades comercialmente viables.

El Relevamiento Geológico de Estados Unidos calculó el año pasado que la cuenca norte de Cuba podría contener entre 4,600 y 9,300 millones de barriles de petróleo.

“Nuestros técnicos ven esto como una buena perspectiva”, dijo Uttam Sengupta, vicepresidente senior de ONGC Videsh, la subsidiaria internacional de Oil and Natural Gas Corp., la mayor empresa integrada de petróleo y gas de la India.

“Todas las prospecciones involucran riesgos. Si uno no asume riesgos, no encuentra petróleo”, comentó Sengupta.

Un embargo económico decretado en 1962 contra el gobierno comunista del presidente Fidel Castro prohíbe que las petroleras estadounidenses exploren en Cuba.

Pero la perspectiva de encontrar significativas reservas de petróleo a tan sólo 120 kilómetros de la costa estadounidense en momentos en que los precios de los combustibles están por las nubes ha encendido el debate político.

El senador republicano Larry Craig, de Idaho, presentó un proyecto de ley para que las petroleras estadounidenses puedan ser exentas del embargo.

A Craig la preocupa que China, el segundo mayor consumidor de petróleo del mundo después de Estados Unidos, pueda tener acceso a petróleo casi enfrente de la Unión Americana.

“La industria estadounidense piensa que es muy malo no poder competir tan cerca de casa”, dijo Egil Gloppen.

Legisladores del estado de Florida, bastión político de los exiliados cubanos, propusieron, por su parte, bloquear la exploración frente a la costa estadounidense e incluso multar a los ejecutivos de empresas extranjeras que busquen petróleo y gas en Cuba.

Pero fuentes de la industria dijeron que las sanciones no deberían aplicarse a compañías extranjeras que exploren yacimientos en aguas de Cuba, pues no están usando propiedades estadounidenses confiscadas tras la revolución liderada por Castro en 1959.

El gigante chino del gas y el petróleo Sinopec Corp. firmó el año pasado un acuerdo para producir petróleo pesado con Cupet de tierra firme en las costas de la provincia de Pinar del Río, el extremo occidental de la isla.

China alquila torres de perforación direccional para los yacimientos costeros operados por las firmas canadienses Sherritt International y Pebercan Inc. donde se produce petróleo pesado y gas natural usado para generar electricidad.

Fuente: La Jornada

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