Energía

Energía Limpia en México: El éxito sólido de una institución discreta, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM)

MÉXICO, D.F.— Hace ya un año, en Copenhague, los países desarrollados acordaron recaudar alrededor de 30 mil millones de dólares para combatir el cambio climático a través de estrategias de mitigación y adaptación en países subdesarrollados. Que el controvertido acuerdo climático sea más que una promesa política vacía, dependerá de que la comunidad donante cumpla con sus compromisos financieros.

Sin embargo, un instrumento que puede dar vida a la retórica climática es una institución internacional con poco reconocimiento en México, denominada Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM, o GEF, por sus siglas en inglés), el cual es el órgano financiero oficial de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). El FMAM tiene un récord impresionante de apalancamiento de fondos y se encuentra listo para actuar en pro de los cambios expresados, pero no establecidos, en Copenhague. En efecto, desde 1991 los países receptores han movilizado unos 38 mil 700 millones de dólares en co-financiamiento para respaldar el financiamiento de ocho mil 800 millones de dólares por parte del FMAM, lo cual denota un apalancamiento ejemplar a razón de más de cuatro a uno.

Apegado a su compromiso, el FMAM recibió un fuerte respaldo por parte de los países donantes el pasado mes de mayo cuando más de 30 de ellos comprometieron un total de cuatro mil 250 millones de dólares, lo que constituye un paso significativo del sistema multilateral hacia el cumplimiento de los compromisos de Copenhague sobre cambio climático, así como para los adoptados en el marco de otros acuerdos internacionales clave para medio ambiente. Los cuatro mil 250 millones prometidos para los próximos cuatro años representan el aumento de recursos más importante que ha experimentado el FMAM en su historia.

“Esta reposición (del Fondo) es la primera confirmación tangible de los compromisos financieros hechos en Copenhague, el pasado diciembre”, enunció la directora ejecutiva del FMAM, Monique Barbut. “Incluye financiamiento para el rápido inicio (Fast start) de programas como REDD+ (Reducción de Emisiones debido a la Deforestación y Desertificación), una iniciativa nueva dentro del FMAM relacionada al manejo sustentable de bosques.” Cabe mencionar que alrededor de mil 350 millones de dólares, serán destinados a esta área focal de cambio climático.

Invirtiendo a nivel local

El FMAM ha empleado lo que se conoce como “enfoque desde la base”, mediante el cual se busca invertir en proyectos que frenen el cambio climático en el ámbito local. Algunos ejemplos son: la incorporación de camiones eficientes en el sistema de transporte de Pekín, China; así como la de paneles solares en pequeñas comunidades rurales de la India (atendiendo las necesidades de aproximadamente dos mil millones de habitantes de países en desarrollo que no tienen acceso a servicios de energía modernos). De esta forma, se logra una transferencia de tecnología y conocimientos que motiva a otros inversionistas, reduciendo los costos de tecnologías y fuentes de energía verdes.

Trabajo en México – La Venta

En nuestro país, el FMAM ha contribuido para producir potencialmente 40 gigavatios de energía, utilizando la fuerza del viento que sopla a través de nuestras cordilleras montañosas. Actualmente, se está realizando un proyecto de 307 millones de dólares, en un plan de diez años que está designado a impulsar el crecimiento de las plantas eólicas en los lugares más ventosos de México. El FMAM contribuyó con 34 millones de dólares —los 273 millones de dólares restantes provienen de alrededor de una docena de instituciones que apoyaron financieramente la iniciativa, incluyendo el Banco Interamericano de Desarrollo y la Secretaría de Energía de México.

La Venta III es el éxito eólico mas reciente del FMAM en México. Esta planta produce 102 megavatios de potencia, iniciando operaciones este año. Este proyecto se apoya en el lanzamiento de la Venta II, una planta eólica de 83.5 megavatios en Oaxaca, terminada en 2007. Utilizando el viento al máximo, México tiene el potencial de suplir a por lo menos 32 millones de hogares con energía limpia.

La misión del Fondo no se limita a simplemente introducir nuevas tecnologías en países en desarrollo como México, sino que asegura que los resultados sean de largo plazo. El nivel económico de las comunidades aumenta gracias al acceso a la electricidad: los habitantes pueden obtener agua para irrigar sus campos; se iluminan hospitales, escuelas y negocios.

Poder apreciar los resultados en el terreno involucra mucho más que la simple introducción de nuevas tecnologías. En México, incluso antes de que la primera turbina eólica siquiera arrancara, el equipo técnico del FMAM había ya superado una lista de retos relacionados con este proyecto, tales como involucrar a desarrolladores e inversionistas privados, lograr la manufactura privada de turbinas eólicas, capacitar a la mano de obra local para la construcción y manutención de infraestructura, y motivar a los jefes de gobierno a adoptar políticas de energía renovable.

El FMAM se caracteriza por alcanzar resultados concretos, al asegurarse que todos los aspectos de la inversión están cubiertos. Las tres prioridades del FMAM, en cuanto a cambio climático, son: incrementar el uso de energía solar, eólica, y otras fuentes renovables; lograr que los sistemas eléctricos, edificios y equipos industriales sean más eficientes energéticamente; y promover medios de transporte limpios para reducir emisiones de gases de efecto invernadero. Estas prioridades son aún más imperativas si consideramos que la demanda energética global aumentará un 45 por ciento para el año 2030. En otras palabras, la misión del FMAM construye a escala local para lograr un impacto global.

Financiando un futuro sostenible

Ya sea mediante camiones de hidrógeno en Brasil, la reducción en consumo de energía de refrigeradores en Túnez, o la construcción de hornos para ladrillos eficientes en Bangladesh, el FMAM ha edificado una sólida reputación cultivando sus relaciones con socios en los sectores privado y público. Es así que el FMAM ha logrado el apalancamiento de fondos para más de dos mil 400 proyectos de medio ambiente en China, India, Argentina, Rusia y Sudáfrica, entre otros 160 países.

Mientras los precios de los energéticos siguen aumentando, y las consecuencias del cambio climático continúan engraveciendo, los países en desarrollo, como México, son cada vez más vulnerables y susceptibles a sufrir estancamiento o retraso económico y social. El Fondo está comprometido a impulsar soluciones sensatas y de largo plazo que logren una diferencia significativa en la vida diaria de los habitantes.

Dentro del Fondo ya existen incluso otros proyectos de energía renovable en México, en estado de incubación, con el fin último de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero; cumpliendo así con el propósito de la agenda del Programa Especial de Cambio Climático (PECC) de nuestro país. Se espera que tal impulso siga teniendo auge en los próximos años, y que no haya una caída en el número de propuestas una vez que la Convención de las Partes del CMNUCC, en Cancún, llegue a su fin.

Es precisamente ahora, un momento crucial para las acciones contra el cambio climático en México, que cabe distinguir los ejemplos concretos del éxito del FMAM, probando de esta forma los alcances de una estrategia bien aplicada para apalancamiento de recursos; de la capacitación de la mano de obra local; y de los beneficios globales de las fuentes alternativas de energía limpia.

Con miras a un futuro sostenible, se espera que las inversiones del FMAM logren la reducción de alrededor de mil 300 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono globales, llegado el año 2020. Y esto es precisamente lo que el Fondo asume como compromiso, al comenzar su nuevo ciclo de financiamiento, recién reconstituido para funcionar hasta el año 2014.

Coautores:

Claudia Ortiz Montemayor, Robert K. Dixon, y William Ernest Ehlers.
Los tres trabajan en el Global Environment Facility (o Fondo para el Medio Ambiente Mundial, en español).

Fuente: Redacción Teorema Ambiental

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