El desarrollo de materiales para construcción con características ecológicas contribuye a la sustentabilidad de los sistemas; estos productos, además de cumplir eficientemente con las aplicaciones para las cuales fueron creados, presentan como valor agregado la garantía de que ayudan en la preservación del medio ambiente.
En la industria de la construcción en México, especialmente en la instalación de tubería de concreto reforzado para drenaje, toda la producción se elaboraba con especificaciones de punta de mortero, lo cual facilitaba el ensamble de los tubos, pero en ocasiones algunos movimientos o vibraciones de los suelos afectaban estas uniones, lo que provocaba escurrimientos y, según el caso, filtración al subsuelo, lo cual afectaba los mantos freáticos.
Con el denominado tubo ecológico que presenta una junta hermética de hule se logró superar estas desventajas y ello permitió preservar todo el material que se transporta evitando posibles daños al medio ambiente.
Aunque la utilización del denominado tubo ecológico data de hace 30 años en Estados Unidos, fue hasta 1992 cuando comenzó a tomar auge en México y cuando las autoridades se convencieron de las ventajas de estos materiales se tomó la decisión de cambiar de inmediato a este tipo de tuberías en el manejo de aguas residuales y mantener la de punta de mortero para aguas pluviales.
De hecho, en Estados Unidos estos dos tipos de tuberías coexisten, su importancia radica en que no es conveniente mezclar las aguas de origen pluvial, que por su composición requieren un mínimo tratamiento para ser reutilizadas, con las aguas negras que sí requieren de una depuración intensiva, de esta forma las plantas de tratamiento de aguas residuales pueden trabajar con mayor eficiencia.
Las principales ventajas que presenta la instalación de tuberías ecológicas son las siguientes:
• No lesionan los mantos freáticos con derrames de aguas negras, lo cual contribuye a prevenir enfermedades como el cólera y la tifoidea, así como a preservar lugares turísticos.
• Su instalación en regiones sísmicas, reduce el enorme costo de cambio de tubería, como es el caso de la junta de mortero cemento, ya que el acoplamiento de hule presenta un máximo de flexibilidad de 10 grados en comparación con el de mortero que es completamente rígido.
• Asimismo el costo de bombeo se reduce en 90 grados debido a que las líneas no se mantienen saturadas, ya que la junta no permite la filtración de líquidos.
En entrevista con Teorema Alfonso Sandoval, gerente general de Tubos DYSA indicó que se debe dar una mayor contribución de la industria para resolver el problema de la saturación de las redes del drenaje y la utilización de fosas sépticas ecológicas permitiría que los porcentajes de las descargas de sólidos sean mínimos.
Cabe mencionar que Tubos DYSA, fundada hace 70 años, es una empresa líder en el mercado de la construcción nacional. Se constituyen como los primeros fabricantes de tuberías, fosas y barreras de contención con características ecológicas. Son proveedores de la industria automotriz y alimentaria, por mencionar algunos productos y sectores a los que atienden.
Sandoval aseguró que una excelente alternativa para solucionar los problemas de la falta de alcantarillado en las ciudades sería la utilización de fosas sépticas ecológicas.
Explicó que las fosas son elementos cilíndricos que tienen además de los compartimientos de oxidación, despolimerización, coprolisis y fermentación, dos depósitos horizontales, uno que contiene el caudal líquido que recibe del exterior, y otro donde se acumulan los gases desprendidos que emulsionan en el líquido hasta la saturación presentándose una descompresión; esta fase es repetitiva ya que las fosas no tienen ninguna ventilación, pues operan por respiración anaerobia. Además de las aguas negras pueden recibir mezclas jabonosas, siempre que la proporción del líquido sea la adecuada.
La fosa séptica consta de dos partes:
La primera es un depósito impermeable generalmente subterráneo denominado tanque séptico. El proceso consiste en que al quedar las aguas en reposo, se efectúa la sedimentación y la formación de natas que con el tiempo se reducen en volumen y su carácter altamente ofensivo tiende a desaparecer.
El agua intermedia entre el sedimento y la nata paulatinamente se convierte en un líquido clarificado, a causa de que privada la masa total del aire y de la luz se favorece la vida y reproducción de los seres microscópicos que proliferan en este tipo de ambiente.
Estos microorganismos, al tomar los elementos que necesitan para vivir de la materia orgánica, destruyen su estado sólido y la convierten en líquidos y gases, en una tendencia favorable para la reducción a productos minerales inofensivos de las formas peligrosas de esta materia.
A estos seres se les llama anaerobiosis y el proceso que realizan es el de putrefacción de las materias contenidas en las aguas negras, conocido como proceso séptico. Al ser transformadas las aguas se convierten a una condición tal que si se ponen en contacto con el aire rápidamente se oxidan y se vuelven inofensivas. En este cambio intervienen otras bacterias que tienen su medio de vida en el aire, por lo que reciben el nombre de aerobias.
En segundo lugar, la fosa séptica cuenta con una instalación para oxidar el efluente; ésta consiste en una serie de drenes colocados en el subsuelo de un terreno poroso, por los cuales se distribuye dicho efluente y se oxida al estar en contacto con el aire contenido en los huecos de este terreno. Esto es lo que constituye un campo de oxidación que en algunos casos se sustituye por pozos de absorción.
Tradicionalmente la empresa fabricaba las fosas sépticas con tubos de concreto, que son unos cilindros que asemejan la estructura de los intestinos del ser humano, lo que hace realmente eficiente el sistema, la desventaja que presentaban se basaba en su considerable peso.
Para resolver este problema desarrollaron unas fosas sépticas con el mismo diseño pero elaboradas con resina poliéster reforzadas con fibra de vidrio, y aunque el costo se incrementó aproximadamente 10 por ciento en relación con las de concreto, en cuestión de facilidad de manejo no tiene comparación ya que son sumamente ligeras y las únicas en su tipo. Además de que son sistemas muy accesibles, una fosa para diez personas tiene un costo de tres mil 500 pesos.
En cuanto a las barreras de contención ecológicas la empresa diseñó una barrera que puede colocarse en la parte central de la vía o en los extremos y es posible adherirla con tornillos al asfalto, aunque lo más recomendable es fijarlas con cable de acero para unirlas a lo largo.
Entre otras características, tiene un espacio de nueve pulgadas de ancho por 12 de profundidad para destinarlo a la siembra de plantas.
Recientemente Cementos Mexicanos (Cemex) solicitó a Tubos DYSA su colaboración para fabricar una barrera de contención de concreto tipo espuma, que tiene la ventaja de absorber parte de la fuerza generada al suscitarse un choque vehicular contra un muro de contención.
