Energía

ASEA presenta estudio sobre Dos Bocas; anticipa daños ambientales

Además, la obra tendrá una vida útil de apenas 20 años, aunque podrá ampliarse, lo que podría complicar el retorno de inversión para el Gobierno Federal

José Luis Martínez

La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) presentó este martes la versión pública sobre la manifestación de Impacto Ambiental para la construcción de la Refinería Dos Bocas, uno de los proyectos de infraestructura más importantes planteados por la presente administración.

En el documento elaborado por el organismo descentralizado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se establece que la obra impactará de manera importante en el consumo de agua de la población y generará mayores emisiones contaminantes, así como:

• Alteración de la calidad del agua pluvial,
• Modificación de las escorrentías que conducen aguas pluviales,
• Alteración de la calidad del agua pluvial que se infiltra al subsuelo,
• Consumo de agua,
• Generación de emisiones contaminantes y partículas suspendidas en el aire, así como
• Generación de ruido

Las actividades que provocarán mayor daño al entorno por la construcción de esta obra serán: el desmonte, despalme del terreno, así como las actividades de mejoramiento de suelo afectando directamente los factores ambientales agua, aire, suelo, geomorfología, vegetación y fauna, indica el estudio.

En cuanto a riesgos por su cercanía al mar y el tipo de terreno en el que será instalada, el documento indica: “el área del proyecto está sujeta a riesgo alto por inundación marina, riesgo alto por inundación fluvial, riesgo muy alto por inundación causado por marea de tormenta, riesgo muy alto por erosión causado por oleaje de alta energía”.

Cada una de las etapas tiene distintas amenazas en materia medioambiental, siendo la preparación del sitio la que mayores afectaciones representa con 40 adversos, 18 benéficos y 77 no calificados. Mientras que para la construcción se identificaron 10 adversos, 10 benéficos y 55 no calificados.

La obra contempla la construcción de 17 plantas de proceso y 17 infraestructuras de servicio, para procesar 340 mil barriles diarios de crudo y así aportar a la producción nacional de gasolina y diésel 172 mil 200 barriles diarios (MBD), así como 125 MBD de diésel de ultra bajo azufre y 9.38 (MDB) de Propileno. El predio del proyecto tendrá una superficie de 704.34 hectáreas en el municipio de Paraíso en Tabasco.

Sin embargo la obra que se construirá en una superficie de 704 hectáreas omite información como el monto de inversión requerido y el número de empleos que se generarán.

La refinería se ubicará en el municipio Paraíso, enclavado en la región Chontalpa de Tabasco. Colinda al norte con el Golfo de México y la Terminal Marítima “Dos Bocas”, al sur con localidades urbanas.

Breve vida útil
El documento, cuyo responsable técnico es José Cabrera de la Universidad Autónoma de Tabasco y adscrito al Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) para la construcción de dicha refinería ubicada en el Municipio de Paraíso, en la región de la Chontalpa en Tabasco, indica que la obra tendrá una vida útil de apenas 20 años, aunque podrá ampliarse, y su tiempo de edificación será de tres años.

El tiempo de vida útil es determinante para la viabilidad de la obra. De acuerdo con Adrián Fernández, director Ejecutivo de Iniciativa Climática de México, el monto de inversión (8 mil millones de dólares) es demasiado elevado y el tiempo que se necesita para lograr el retorno de inversión se prolonga a un periodo de tiempo similar. Si la refinería solo tendrá esta utilidad de 20 años, puede ser más costosa que benéfica.

Además, los expertos estiman un mayor desarrollo de energía limpia en los próximos años, por lo que aunque seguirá siendo fuente para producir otros derivados del petróleo, su uso como generador de energéticos será desplazado y reducirá su productividad en el mediano plazo.

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El documento también establece que este análisis corresponde solamente a la construcción de la refinería, pues el resto de oleoductos y gasoductos que serán realizados por terceros requerirá de sus propios estudios de impacto ambiental.

Una vez construida, para contrarrestar los impactos adversos al medio ambiente, se apegará “cabalmente con la normatividad ambiental vigente y los más altos estándares internacionales de construcción, operatividad y de administración de la calidad y seguridad”.

Mientras que como sus beneficios, evitará la importación de combustibles y se fomentará la autosuficiencia energética del país. Detonará el crecimiento del sureste, y en lo social contribuirá a mejorar la calidad de vida los habitantes de la región, con infraestructura y empleo. Además, indica, ayudará a preservar el sistema ambiental a través de la producción de combustibles limpios.

Además contará con áreas de suministro de gas, mezclado en línea, tanques de almacenamiento, desfogues y sistemas contra incendio.

Finalmente el estudio concluye que pese a los impactos negativos de la obra, encontrados en el estudio, “se considera una alternativa viable para impulsar el desarrollo económico y social en la región”.

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