Las bandas de taladores que operaban en la zona boscosa de Ixtapaluca, Tlalmanalco y Amecameca, cambiaron su zona de influencia hacia los límites de Morelos, Puebla, y el Estado de México, reveló Alejandro López López, director del Parque Nacional Izta-Popo.
En los últimos tres meses, explicó, se modificó el mapa de las organizaciones que se dedican a cortar los árboles para comercializar después la madera en el mercado negro.
Ahora la zona del municipio mexiquense de Ecatzingo, en la frontera con el estado de Morelos, es donde se ha detectado a los taladores clandestinos que se movieron por los operativos que realizaron el Ejército Mexicano, la Procuraduría General de la República (PGR), la Policía Federal Preventiva (PFP), la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque) y la Agencia de Seguridad Estatal (ASE) en la zona suroriente de la entidad.
Pérdidas
Alejandro López indicó que en la última década más de cuatro mil hectáreas de bosque del Parque Nacional Izta-Popo, fueron afectadas por la tala ilegal, la ganadería y la agricultura.
El responsable del área natural protegida que está conformada por más de 40 mil hectáreas reveló que se han descubierto bandas de taladores que vienen de Morelos, Puebla y hasta de Querétaro.
Ahora, aseguró Alejandro López, no sólo se dedican a cortar árboles que tienen más de 50 años de vida, sino además a arrancar las especies más jóvenes para hacer varas de jitomates.
Ayer se presentó al grupo de la Policía Montada municipal, que contará con 14 elementos, diez caballos y que fue conformada por habitantes de las comunidades de Ávila Camacho, Río Frío y Llano Grande, de donde son originarios los taladores más peligrosos.
El titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Patricio Patrón Laviada, indicó que en la región del centro de la República se han detectado bandas de taladores que están fuertemente armados, por lo que se reforzarán los operativos policiacos. El funcionario federal también explicó que ante la presencia de organizaciones delictivas que cuentan con mejor armamento que los agentes, las autoridades tendrán que organizarse mejor para combatirlas.
Patrón Laviada afirmó que la batalla contra los taladores clandestinos está empatada, pero las autoridades la quieren ganar.
Según reportes, cada año se pierden 300 mil hectáreas de bosques en el país por la tala clandestina, manifestó el procurador ambiental federal.
Fuente: El Universal
