Durante la comparecencia de Luis Ruiz Hernández, secretario de Transporte y Vialidad del Gobierno del Distrito Federal, se aceptó que los márgenes de maniobrabilidad del tránsito y tráfico de la ciudad de México son extremadamente complicados.
Juan Carlos Machorro
De acuerdo con el Inventario de Emisiones elaborado por el GDF, los vehículos que circulan en la capital emiten la mitad de las partículas menores de 10 micrómetros mientras que 17 por ciento del total de la contaminación del aire es generada por el transporte público que alcanza una edad promedio de 15 años de antigüedad.
Durante el acto se intentó negar los conflictos del traslado diario de los capitalinos, argumentando algunas ventajas como que “el costo es menor que en comparación a otros estados, y que si bien existen molestias por el deterioro de las unidades y ciertos tratos y conductas nocivas de algunos operadores, la estancia en el Metro es soportable, rápida”, de acuerdo con Tomás Pliego Calvo, presidente de la Comisión de Transporte y Vialidad de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
Según el informe, se han sustituido las 1,200 unidades de la Red de Transporte de Pasajeros, se han invertido sus impuestos en el Metrobús; de igual manera se hace uso de los distribuidores viales y de los segundos pisos.
Pero no se negaron los pendientes, “hay demasiados autos en circulación, operadores y particulares que muestran un olvido del andante y de sus compañeros de viaje en otros automóviles. Taxis que ya no se sabe si son regulares o no, cuáles son seguros y cuáles no, las tarifas incomprensibles. Taxis ejecutivos sin regulación ni autorización alguna”, declaró el asambleísta.
“Hay varios estratos de gobierno que tienen que hallar las coincidencias y correspondencias necesarias para lograr que las necesidades reales del peatón-usuario tengan una satisfacción suficiente, un difícil equilibrio que tiene que centrarse en el usuario, en el peatón, en el transeúnte”, declaró.
David Márquez, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, en una mesa de análisis de la máxima casa de estudios, señaló que en el DF se realizan 21 millones de viajes diariamente; de ellos, 18 por ciento en autos particulares, lo que representa 93 por ciento de los vehículos en circulación.
Además que el transporte público debe promoverse en la ciudad de México como un sistema masivo, eficiente, limpio, rápido y seguro, para que sustituya el uso del automóvil, de acuerdo con un estudio de la UNAM en el Distrito Federal hay 270 automóviles por cada mil habitantes, mientras que en ciudades como Londres existen 360 y en París 450. La diferencia radica en que en esas urbes poco usan los coches para el transporte cotidiano, mientras que en México todo el que posee una unidad lo usa, por distorsión cultural como porque en la práctica sigue siendo la mejor opción para movilizarse.
Para sustentar esta problemática, Metrópoli 2025 indica que viajar en transporte público afecta el estado de ánimo de los usuarios. Principalmente lo sufren las mujeres, quienes padecen el caos y les genera estrés, mal humor, cansancio, lo que repercute en su jornada laboral.
Según la Procuraduría Ambiental de de Ordenamiento Territorial, en la zona metropolitana, los taxis, micros, autobuses y tractocamiones son 280 mil de los tres millones 560 mil vehículos registrados en la ciudad, los cuales generan contaminación por partículas finas y ozono.
Fuente: Teorema
