Contaminación

Ruido: omnipresente en el mundo moderno

El pasado 24 de abril se celebró el Día Internacional de la Conciencia sobre el Ruido con el fin de tomar conciencia de los daños que puede ocasionar, sobre todo entre los jóvenes de ambos sexos

El ruido, como el dióxido de carbono o el ozono que emiten los automotores y las fábricas, es un poderoso contaminante que afecta la salud de las personas; sin embargo, la mayoría de éstas no lo considera así. Por eso, el pasado miércoles 24 de abril se celebró el Día Internacional de la Conciencia sobre el Ruido.

Para apoyar este día, la UNAM creó a su vez, en 2008, la Campaña Universitaria de Conciencia contra el Ruido, coordinada por el doctor Santiago Jesús Pérez Ruiz, investigador del Laboratorio de Acústica y Vibraciones del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET).

“Nuestra campaña está dirigida fundamentalmente a los jóvenes de ambos sexos, para que tomen conciencia de que su sistema auditivo es muy fino pero delicado, y que si abusan de él van a tener un deterioro auditivo muy grave a edades muy tempranas. Hemos encontrado a jóvenes de unos 23 o 24 años con una audición de un individuo de 40. Queremos que tengan muy claro el problema con una charla y algunas presentaciones en internet”, comenta Pérez Ruiz.

A los jóvenes que acuden al Laboratorio de Acústica y Vibraciones del CCDET se les hace un diagnóstico de primera atención mediante una audiometría que, si bien no es un estudio muy profundo, permite detectar a edades tempranas algún problema auditivo.

Asimismo, a todos se les obsequia un protector auditivo (un tapón ajustable que se mete en el canal auditivo; al sellar la entrada de éste logra atenuar el sonido entrante de 20 a 25 decibeles) y, si quieren saber a qué nivel de ruido están expuestos cuando escuchan música, se les pide que ajusten su sistema de audio al volumen con que suelen usarlo; luego se coloca éste en un maniquí y se hace la medición correspondiente.

Noma Ecológica 081

En México, la Norma Ecológica 081 (federal) establece los límites máximos permisibles de emisión de ruido de las fuentes fijas, así como su método de medición. Esta norma, no obstante, es muy general y está pensada para los ambientes industriales, no para la convivencia en zonas habitacionales.

En cuanto a la norma del Distrito Federal, tomó como modelo la federal. En la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) del Distrito Federal se reciben las quejas de los vecinos en relación con problemas de ruido excesivo.

Hasta hace poco tiempo, el mayor número de quejas que recibía la PAOT era por ruido; así pues, se tiene la intención de cambiar las normas y de endurecer las sanciones porque hoy en día la PAOT no tiene atribuciones más que de conciliación, y cuando hay problemas es difícil convencer a la gente de que el sonido (cualquiera que sea, incluso la música) a niveles altos puede causar molestia o daño auditivo.

De cuatro a ochos horas diarias

El oído humano puede escuchar sin molestias sonidos de hasta 85-90 decibeles. En una fiesta ruidosa podemos conversar, aunque tengamos que acercarnos a nuestro interlocutor para oírlo.

En medio de una multitud, el oído de un joven tiene la capacidad de concentrarse y de discriminar sonidos. Pero las personas de mayor edad no sólo escuchan menos, sino también discriminan menos los sonidos y oyen a la vez todo el amasijo de información auditiva.

“Si uno está muy expuesto a ruidos, esa capacidad de discriminar sonidos se va perdiendo de manera precoz; si la sometemos continuamente a ruidos muy intensos, digamos que se desgasta antes de tiempo”, advierte Pérez Ruiz.

En la actualidad sometemos al oído a diversas fuentes de ruido durante mucho tiempo. Con todo, el oído tiene un sistema de protección por medio del cual sube el umbral de audición cuando detecta que el nivel de ruido es demasiado alto (éste ocasiona un ensordecimiento temporal).

Gracias al descanso, el umbral de audición regresa a su estado normal, pero si el ruido se mantiene en un nivel elevado durante mucho tiempo, no puede hacerlo.

Fuente: El Universal

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