Contaminación

Rellenos sanitarios, un largo camino por recorrer

Poco a poco los tiraderos de basura a cielo abierto son sustituidos por los rellenos sanitarios, los cuales, en su calidad de sitios de disposición final de desperdicios, cuentan con moderna infraestructura, caminos internos, conformación de celdas en su primera etapa y la utilización de maquinaria pesada apropiada para su operación.

La puesta en marcha de los rellenos sanitarios implica un rompimiento con el pasado, aunque no del todo, ya que es necesario realizar convenios con los líderes de los pepenadores para que éstos continúen su labor de recolección, pero ahora bajo técnicas más modernas y adecuadas.

Por ejemplo, se tienen que organizar por áreas y por turnos de depósitos, por zonas de trabajo para nivelar y cubrir desechos, sanear superficies y realizar coberturas de residuos, fijar horarios de trabajo y nuevos sistemas para la pepena, así como adecuaciones en el manejo del tiradero.

Uno de los rellenos sanitarios más modernos es el de Bordo Poniente, en la capital de la República Mexicana, el cual cuenta con oficinas, un almacén, taller mecánico y servicios para los trabajadores como baños, regaderas y vestidores. Este relleno sanitario es el único en su tipo en todo el país y viene a sustituir a los tiraderos de las delegaciones Venustiano Carranza y Gustavo A. Madero.

Otro tiradero que fue clausurado es el de San Lorenzo Tezonco, donde hubo necesidad de remover y acarrear los desechos, controlar los incendios y posteriormente cubrir y sellar el sitio de manera definitiva.

El relleno sanitario de Bordo Poniente contiene los desechos sólidos de todos los hogares, oficinas, centros comerciales, mercados y empresas del Distrito Federal. Con la operación de estos sitios, las autoridades capitalinas también consideran la construcción de zonas habitacionales para que ahí vivan los pepenadores y no lo hagan sobre la basura, como lamentablemente era la costumbre. Un ejemplo de esto es el relleno sanitario de Prados de la Montaña, donde se construyó la zona habitacional de Tlayapaca.

Con más de 17 años de haber trabajado para el Departamento del Distrito Federal, Héctor Javier Sámano Lechuga, señaló a Teorema que los antiguos tiraderos de basura a cielo abierto se están reforestando y se convierten en parques.

En su calidad ahora de director general de la empresa Manejo Integral de Residuos, Proyectos, Obras Civiles y Supervisión (Mirprocs), Sámano Lechuga explicó que antes de iniciar la construcción de un relleno sanitario es necesario preparar el sitio mediante impermeabilización, crear canales para la captación de lixiviados y organizar un depósito de desechos sólidos domiciliarios.

En cuanto a los pepenadores, ellos se han comprometido a establecer controles sobre lo que se deposita, a llevar una bitácora sobre el acceso y la distribución de los vehículos recolectores y los de transferencias. También se cuenta con personal capacitado para operar maquinaria pesada destinada a acondicionar el sitio, extraer y acarrear materiales como el tepetate, que se utiliza como cobertura tanto dentro del relleno, como en la zona de los antiguos tiraderos.

El relleno sanitario de Bordo Poniente tiene una capacidad para recibir residuos sólidos por un promedio de ocho mil 500 toneladas diarias, mientras que el de Prados de la Montaña capta dos mil 200 toneladas por día y el de Santa Catarina dos mil 800 toneladas.

Por otra parte, el control y manejo de materiales inertes como tierra, escombro o material de excavación, en sitios como Barranca de Becerra, Socavón Iztapalapa, Mina la Estrella, Socavón Buenavista y Mina la Chatita I, involucra a grupos de pepenadores, a las delegaciones del Distrito Federal, a municipios, a empresas particulares y a agrupaciones sociales. En cada uno de estos lugares, el ingreso de desperdicios es cercano a las 700 toneladas por día.

Adelante sobre América Latina

Sámano aseguró que el relleno sanitario de Prados de la Montaña es el primero que se clausura en toda América Latina y el proceso se lleva a cabo siguiendo las normas más estrictas de Estados Unidos, particularmente del estado de California.

Las diferentes etapas consisten en nivelación y compactación de residuos sólidos, cobertura final, construcción de la configuración del sitio conforme al proyecto, colocación de la capa base y de la capa sello, empleo de una capa de protección y una capa vegetal y pasto.

También es importante la perforación de pozos, la construcción de una red de extracción forzada para captación de biogás, la colocación de incineradores para quemar biogás, darle un seguimiento topográfico y altimétrico a los asentamientos diferenciales en plataforma y taludes y al mantenimiento de áreas verdes, de la zona reforestada y a la red de conducción de biogás.

En la operación de un relleno sanitario es básico también controlar la fauna nociva, impermeabilizar y operar la celda especial para la recepción de los desechos hospitalarios. En este sentido, se le da un tratamiento especial a estos residuos no peligrosos bajo el sistema de trituración, con el propósito de reducir volúmenes y desinfectarlos.

Ofrecer los servicios de una empresa como Mirprocs no es fácil, ya que primero debe haber una coordinación institucional entre las 16 delegaciones del Distrito Federal y éstas a su vez con los gremios de pepenadores, con grupos sociales y ambientalistas. En segundo lugar –explicó el directivo–, se debe respetar el Plan Lago de Texcoco elaborado por la Comisión Nacional del Agua, coordinarse con los servicios metropolitanos, con los municipios del Estado de México y darle continuidad a los programas de desarrollo comunal.

Las áreas clausuradas requieren de rigurosas medidas de saneamiento, como la organización de un programa de reforestación y el desarrollo de especies forestales en el ex lago de Texcoco, aplicación de plaguicidas, abonos y fertilizantes en las nuevas áreas verdes, la construcción de una red para riego y de un drenaje para la captación de agua pluvial.

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