Cada mexicano consume alrededor de 100 latas de aluminio y unos 50 kilogramos de papel al año, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Recicladores (Inare).
El reciclaje de aluminio, papel, plástico, vidrio y fierro genera empleos para cerca de cuatro millones de familias mexicanas, informa el organismo.
Esta actividad, que se realiza a manera de autoempleo, principalmente, también produce cerca de 400 mil empleos directos mediante al menos diez mil empresas recicladoras, sostuvo el director ejecutivo del Inare, Elías Vanegas.
La industria recicladora mexicana logra recuperar un 97 por ciento de los envases de aluminio que se venden en el país, llegando a captar entre cinco y siete mil toneladas mensuales de dicho material.
El país, indicó el representante de los recicladores, mantiene un alto porcentaje de recuperación de materiales debido al trabajo de los centros de acopio de materiales y de la industria que los adquiere para transformarlos nuevamente en empaques o envases para productos.
Hoy en día, mencionó, los ciudadanos están tomando acciones importantes como hacer una separación de su basura doméstica o separar los materiales reciclables.
Cada persona debe considerar que la basura que genera se puede convertir en dinero si se hace una separación de los materiales que tienen un valor en el mercado de los materiales de reciclado, mencionó Vanegas.
En el caso del papel y cartón, dijo, en 2002 se recuperaron 1.9 millones de toneladas que en el mercado nacional generaron ganancias por cerca de dos mil 850 millones de pesos.
De acuerdo con estudios del mencionado instituto, la basura generada en México está compuesta por al menos un 50 por ciento de materia orgánica, 35 por ciento por residuos del sector de la construcción, un 8 por ciento de residuos industriales y peligrosos, y aproximadamente un 7 por ciento de basura reciclable.
Ciudad de México
La ciudad de México produce cada día 12 mil toneladas de basura, es decir, un promedio de 1.55 kilogramos por habitante, de las cuales siete mil 373 toneladas se reciclan en las plantas de Bordo Poniente y San Juan de Aragón, según datos del gobierno del Distrito Federal.
Para enfrentar la problemática de los residuos sólidos, el gobierno capitalino pondrá en vigor en octubre próximo la Ley de Residuos Sólidos, aprobada por el Congreso local en diciembre anterior.
La ley contiene regulaciones para la clasificación y separación de la basura doméstica, así como su recolección, transferencia y disposición final.
La normatividad obligará a los ciudadanos a hacer una separación de la basura orgánica de la inorgánica y a disponerla en contenedores diferentes antes de su recolección, en casas, oficinas, centros educativos, instituciones públicas y privadas, dependencias gubernamentales y establecimientos mercantiles, industriales y de servicios.
Entre las prohibiciones destaca el arrojar basura en lotes baldíos, cuerpos de agua, sistema de drenaje y fuentes públicas.
También establece la prohibición de la recolección o pepena de materiales en los sitios de confinamiento de los residuos sólidos municipales.
Entre los principales retos de la nueva normatividad está la operación de cerca de 20 mil tiraderos clandestinos de basura distribuidos en el territorio capitalino.
• El consumo de papel ha ido en aumento, desplazando incluso a la madera, lo que incrementa la deforestación mundial, que avanza a razón de 25 hectáreas por minuto. Sólo en México se pierde una hectárea de bosques cada minuto.
• El reciclaje del vidrio reduce los costos de empresas, ahorra energía y emisión de contaminantes, así como la explotación de recursos vírgenes. Por cada envase de vidrio que se recicla se ahorra electricidad para mantener encendido un foco de 100 vatios por varias horas.
• Los plásticos tienen las siguientes clasificaciones:
– Polietileno Tereftalato (PET).
– Polietileno Alta Densidad (HDPE).
– Vinilo (Cloruro de Polivinilo o PVC).
– Polietileno de Baja Densidad (LDPE).
– Polipropileno (PP).
– Poliestireno (PS).
