Contaminación

Plantas compactas y descentralizadas para la destrucción térmica de desechos municipales

En junio de 2000, durante la exposición Entsorga en Colonia, Alemania, se anunció la cooperación de dos gigantes del manejo térmico de desechos municipales.

Ambos consorcios, mundialmente conocidos, desarrollarán en conjunto plantas compactas para la destrucción térmica de desechos municipales, además de que buscarán aplicaciones descentralizadas. De esta manera, se logrará minimizar los riesgos técnicos y económicos para todos los consumidores de energía eléctrica y para los usuarios del manejo de desechos. La tecnología aplicada es la más moderna y su diseño servirá para impulsar las coinversiones entre una unidad pública y la iniciativa privada, y operará mediante un modelo denominado «Management».

En el mercado del manejo de desechos son tres los procesos más utilizados, y éstos son los rellenos sanitarios (proceso mecánico-biológico), los incineradores con su recuperación o geneación de energía eléctrica (proceso térmico) o la combinación de ambos. Pero debido a estandarizaciones y especificaciones cada vez más desarrolladas y estrictas, en cuanto al manejo y operación de los rellenos sanitarios, resulta económica y ecológicamente interesante la solución del tratamiento térmico.

En ciudades pequeñas y medianas, o en zonas de mediana densidad poblacional, crece el interés y la demanda de construcción de plantas compactas diseñadas exclusivamente para la satisfacción de las poblaciones.

La tendencia es construir plantas descentralizadas lo más cerca posible a la zona de generación de desechos o junto a los principales consumidores de energía eléctrica.

Por su diseño específico y de acuerdo con la demanda, se ofrecen las siguientes ventajas:

• Mejor aceptación por parte de la población, pues se tratan únicamente los desechos propios.

• No se devalúan los terrenos colindantes, ya que estas plantas son industriales.

• Se minimiza el volumen de desechos en 95 por ciento y se producen únicamente cenizas estériles, que se podrían reutilizar en pavimentaciones o materiales de construcción.

• Se elimina el riesgo del exceso de capacidad y, por lo tanto, se asegura la rentabilidad de la inversión.

• Las logísticas son cortas para el transporte de los desechos y se minimiza el tránsito pesado y el de mantenimiento de los caminos.

• Se elabora un diseño específico de la reutilización o generación de energía eléctrica, tomando en cuenta el consumo y el ahorro de otros energéticos.

• Las plantas descentralizadas permiten una mayor utilización de biomasa como combustible alterno para el ahorro del combustible principal.

Hasta ahora se han construido más de 100 plantas compactas con rangos de capacidades entre tres y 10 toneladas por hora y los conceptos de diseño se actualizan y se adaptan a las necesidades de cada caso, y siempre con el enfoque de solucionar lo requerido de manera específica.

Las plantas compactas son modulares, con la tecnología más avanzada en cuanto a procesos térmicos y en relación con los controles y a la eliminación de emisiones hacia la atmósfera. La recuperación o la generación de energía eléctrica pueden modificarse o adaptarse a cambios en los requerimientos de los consumidores. Además, se están considerando futuras reglamentaciones en el área de recepción y almacenamiento de los desechos, para poder cumplir de manera inmediata y oportuna, así como con amplia flexibilidad. También, gracias al alto grado de estandarización de estas plantas, se ofrece un ahorro considerable en el tiempo de construcción.

En mi opinión, las autoridades ambientales y la sociedad en su conjunto deberían empezar a preocuparse más seriamente por el estado que prevalece en casi todos los rellenos sanitarios de nuestro país, pero es más cómodo cerrar los ojos y delegar toda la responsabilidad en los políticos.

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