En la actualidad México está generando aproximadamente 117 mil toneladas de residuos sólidos al día
Tepoztlán, Cuernavaca.— La ciudad de México es una de las 10 metrópolis más grandes del mundo, y la población urbana que representa el 78 por ciento de los habitantes del país produce alrededor de 37.4 millones de toneladas anuales de residuos sólidos.
Estos residuos son depositados en su mayor parte en rellenos sanitarios o en tiraderos a cielo abierto, desperdiciándose el valor energético contenido en la parte orgánica de los residuos.
El aprovechamiento energético de estos residuos no solo representa un gran potencial de energía, sino también una considerable oportunidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero como el metano.
En la actualidad México está generando aproximadamente 117 mil toneladas de residuos sólidos al día, de las cuales solo se recolecta el 86 por ciento y solamente el 70 por ciento llega a ser confinado en sitios de disposición final.
El aprovechamiento energético reduciría notablemente el volumen de los residuos urbanos, lo que conduciría a una disminución del espacio para depositarlos y una reducción del riesgo de contaminación por los lixiviados. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), indican que la contaminación de suelos por residuos sólidos nos cuesta 51 mil 569 millones de pesos.
A pesar de los evidentes beneficios en este rubro, en nuestro país el aprovechamiento energético no se ha consolidado como una opción para la valorización de residuos urbanos, debido, entre otras razones, a la insuficiencia de las condiciones marco jurídicas y normativas, la falta de conocimientos especializados, y un bajo nivel de conciencia sobre el tema.
Se necesita el desarrollo y actualización de políticas públicas que fomenten el aprovechamiento energético de residuos urbanos y la coordinación interinstitucional entre la Secretaría de Energía (Sener) y la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Hoy por hoy, los residuos de la Ciudad de México, tan solo se separan en orgánicos e inorgánicos y se pierde la oportunidad de aprovechar los residuos que tienen un valor adicional si estuvieran separados apropiadamente. Otra de las razones para su valorización energética es que este sector ocupa el quinto lugar en la emisión de gases de efecto invernadero en el ámbito nacional.
Pero no todo son malas noticias, la norma NADF-024-AMBT-2013 que fue publicada el 8 de julio de 2015 y entró en vigor el 8 de julio de 2016, pretende establecer las especificaciones técnicas para separar, clasificar y recolectar de manera selectiva los desechos urbanos.
A partir de esa fecha la ciudadanía deberá seleccionar los desechos en orgánicos, inorgánicos y valorizables, por lo que los recolectores solamente recogerán la basura que esté adecuadamente seleccionada, señaló Tanya Müller, secretaria del Medio Ambiente del gobierno de la Ciudad de México.
El reto en cuanto a la infraestructura es grande, ya que solamente se cuenta con dos mil 700 camiones de recolección de residuos para las 16 delegaciones y algunos datan de los años setenta, ochenta y noventa del siglo pasado, por lo que es indispensable invertir en su renovación y adaptarlos con una serie de compartimentos para la separación y selección de los desechos, advirtió Müller.
Sumado a esto, la Secretaría del Medio Ambiente estableció que todas las grandes obras de construcción y demolición tendrán que contratar camiones que tengan instalados un GPS con el objetivo de que puedan ser monitoreados en tiempo real y los escombros sean depositados en un lugar apropiado para evitar la contaminación en suelo de conservación, donde muchas veces son arrojados.
Pese a que estas proyecciones, sin duda, son un buen avance, prevalece un escaso desarrollo tecnológico para la producción de biocombustibles y el aprovechamiento energético de los residuos.
Fuente: Teorema Ambiental
