Las actividades mineras de hoy día requieren que los sistemas de revestimiento de retención funcionen a un grado óptimo.
Para aplicaciones donde se requiere revestimiento en taludes o cuestas, en pilas de lixiviación presas de jales, se tienen 2 métodos: el primero de ellos consiste de paneles texturizados de polietileno de alta densidad para perfeccionar las características de fricción, el cual incluye el uso de una geomembrana flexible y el proceso “Texturizado Coextrusado”, el cual utiliza una geomembrana texturizada. Se pueden utilizar para estos procesos membranas texturizadas por ambos lados, o bien se puede hacer uso de un geotextil para protección de la geomembrana en suelos donde la geomembrana corra peligro de punzonarse; además, estas membranas ofrecen una fricción intensificada entre la cubierta protectora y el revestimiento, y entre el revestimiento y el suelo debajo del revestimiento.
La ventaja principal de utilizar estos materiales geosintéticos es que sirven a un doble propósito a la industria y operaciones mineras, al contener soluciones valiosas y a la vez proteger los recursos de agua subterránea.
En el mercado existen fabricantes e instaladores de los sistemas de geomembrana de la más alta calidad, las más duraderas y flexibles para las aplicaciones mineras especializadas. Este diverso surtido de productos geotécnicos se elaboran de resina de polietileno para el uso en aplicaciones geotécnicas exigentes.
Se tiene también una geomembrana muy flexible, hecha de polietileno flexible, la cual fue creada para satisfacer las necesidades explícitas de la industria minera al proporcionar una sobresaliente resistencia contra punzadas y productos químicos. Ninguna otra geo-membrana presta mejor resistencia a las condiciones ambientales y ataques químicos en combinación con una flexibilidad excepcional.
En el mercado se tienen disponibles geomembranas de polietileno de alta densidad y en diferentes presentaciones y tamaños desde 40 milésimas de pulgada (1 mm) hasta 120 milésimas de pulgada (3 mm)de espesor. La ventaja en este tipo de materiales es de que se tienen presentaciones variables, desde los 6.9 m hasta 10.5 m de ancho, con lo cual se requiere de menor número de soldadura en campo, lo que a su vez representa menos tiempo y un ahorro importante en la instalación del material, además de que técnicamente se elimina la posibilidad de alguna fuga.
Las aplicaciones en la industria minera van desde las pilas de lixiviación hasta presas para la decantación de desechos. Con las geomembranas de polietileno de alta densidad, lisa o texturizada se puede asegurar una operación económica y eficaz, ya que ofrecen una resistencia superior, flexibilidad y durabilidad, también una resistencia incomparable contra productos químicos y el desgaste ambiental.
Los revestimientos de las lagunas o piscinas de solución están descubiertos a la intemperie y en uso constante. Las pruebas para detectar fugas no son algo fuera de lo normal para disminuir la pérdida de solución. Para reducir costos de pruebas de fugas y aumentar al máximo la seguridad, se recomienda el uso de la membrana de polietileno conductiva que se le puede aplicar una prueba con un detector de chispas; las pruebas se pueden hacer en sitio, estando la membrana limpia, seca y descubierta, año tras año. También se puede incluir una segunda capa de geomembrana junto con una georred o un geocompuesto para establecer un sistema detector de fugas debajo del revestimiento de la pileta y así asegurar la captura completa de soluciones valiosas.
Conclusiones
El empleo de los geosintéticos en el área de protección civil y ambiental, es una novedad bastante interesada si bien por las ventajas ambientales al evitar infiltraciones de contaminantes, por los costos y por los tiempos de instalación. También ayudan a evitar la degradación de la calidad de las aguas subterráneas y, en ocasiones, las superficiales.
La importancia de la preservación del ambiente hace necesaria la aplicación de nuevas tecnologías y materiales adecuados en conjunto con una normativa más estricta para evitar y controlar la contaminación de suelo y acuíferos.
