Contaminación

Los «cazadores» de compuestos orgánicos volátiles

Hoy en día se sabe que la contaminación atmosférica, aunque es invisible, no deja de ser potencialmente dañina.

Es imprescindible reducir las cantidades de COV debido a su reactividad en la atmósfera y a su impacto sobre el hombre.

De hecho, combinados con los NOx, estos compuestos pueden formar precursores de contaminantes fotoquímicos o nitratos de peroxiacilos, que son conocidos por ser cancerígenos.

Se considera como COV todo compuesto que, con exclusión del metano, contiene carbono e hidrógeno, el cual puede sustituirse por otros átomos como los halógenos, el oxígeno, el azufre, el nitrógeno o el fósforo. Cualquier producto orgánico con una presión de vapor superior a 10 Pa se considera como un COV.

Entre los COV más conocidos, cabe citar: acetona, benceno, glicoléter, metanol, estireno, tolueno y tricloroetileno.

Además de los gases de escape de los vehículos, los principales sectores de emisión de COV son industriales: almacenamientos de hidrocarburos, química y paraquímica, actividades que utilizan disolventes como la imprenta, la pintura (en particular para coches), la limpieza en seco, el desengrase de materiales, la limpieza de superficies, la producción de productos farmacéuticos, etcétera.

Los miembros de la Unión Europea arrojaron cerca de 12 millones de toneladas de compuestos orgánicos volátiles a la atmósfera en 1995, de los que 37 por ciento provenía del tráfico por carretera.

El European Solvents Industry Group (ESIG) evalúa en 400,000 el número de lugares de producción europeos en los que la gestión de los disolventes es «crítica». En Francia, el número de instalaciones a las que apunta directamente la directiva se calcula en 60,000. Un 40 por ciento de estas empresas están por encima de los umbrales de aplicación fijados.

Según el gabinete de estudios Bipe, la nueva reglamentación debería hacer ascender a 250 millones de francos, de aquí a 2003, el mercado de equipos de tratamiento en Francia. En Atofina, se estima que los cambios de procesos que implica para los industriales europeos representan una inversión de 80,000 millones de euros (520,000 millones de francos).

Por todo ello, el mercado queda parcelado. «Aun cuando todos los sectores que causan emisiones se vieran afectados por las nuevas reglamentaciones», explica Pierre Le Cloirec, responsable del Departamento de Sistemas Energéticos y Medio Ambiente de la Escuela de Minas de Nantes, «hay plazos hasta más allá de 2010. Las fechas de aplicación no son las mismas para todos. Otra dificultad, para las pequeñas instalaciones, como la de un carrocero, por ejemplo, es que no hay ninguna técnica estereotipada.

Las compañías involucradas en la medición

«Nuestra fuerza se basa, además de en la calidad de nuestros equipos, en el hecho de estar representados en 52 países», indica Jérôme Lefrançois, responsable comercial en Environnement SA, uno de los líderes mundiales del sector de la medición para el medio ambiente. «Tenemos también filiales en Estados Unidos y en Italia. Nuestros agentes están perfectamente formados para estos mercados. Los COV son un parámetro que medimos entre otros tantos, como el CO, los NOx, los PM10, etcétera. Proponemos una respuesta global que puede cubrir un máximo de solicitudes referentes a la contaminación atmosférica.»

Environnement SA ofrece su producto insignia en materia de tratamiento de los COV: un analizador extractivo por rayos infrarrojos, el Mir 9000, que permite analizar en continuo toda una serie de desechos gaseosos en casi todas las instalaciones de combustión.

Esta compañía acaba de comprar Cosma, firma francesa de instrumentación, especializada en la medición de emisiones de gas de combustión. Esta adquisición le permite complementar su oferta de tratamiento de los gases con el detector de ionización de llama (FID, flame ionization detector) en caliente y portátil.

Environnement SA dispone asimismo de aparatos espectrométricos con transformada de Fourier (FTIR) y BTEX, para la medición de ciertos COV en el aire ambiente, por ejemplo en las redes de control de la calidad del aire. Además, Environnement SA ha instalado recientemente la red de control del aire de Beijing.

Otra empresa francesa especializada en la detección y el análisis de los gases es la compañía Oldham. Diseña, desarrolla, produce y comercializa el conjunto de los aparatos. Equipa a los industriales y las instituciones con una generación de analizadores que se beneficia de los últimos avances de la tecnología láser y espectroscópica a pie de obra.

Sus modelos E6200 y LDS 3000 pueden detectar y cuantificar la presencia de gases, de los cuales los COV, en condiciones extremas de temperatura y empolvamiento.

Compañías involucradas en el tratamiento

La compañía Socrematic se creó en 1970. Especializada en el tratamiento de las contaminaciones industriales del aire, desarrolla varias técnicas de gas recogidas con la marca ESO. Para la eliminación de los COV, aporta dos grandes tipos de soluciones:

Unos procedimientos de recuperación: Esotherm (condensación), Esosorb (adsorción con regeneración), Esolav (absorción con regeneración).

Unos procedimientos de destrucción térmica, biológica, catalítica y de absorción con o sin regeneración.

Esobio 4103 es una gama de procedimientos de destrucción por vía biológica basada en la degradación de los COV en CO2 y H2O por medio de bacterias. Este tipo de procedimiento es totalmente apropiado para los grandes caudales de aire (de hasta 159,000 Nm3/h) que contengan concentraciones inferiores a 0,8 g/Nm3. Estas tecnologías pueden admitir muy fuertes variaciones de concentraciones de COV, incluso hasta interrupciones semanales, sin pérdida de su eficacia.

Los gases pasan a través o bien de un soporte sólido (biofiltro de turba o virutas de madera), o de una solución líquida (en el caso del biolavador) en los que se lleva a cabo la oxidación de los COV por medio de las bacterias.

La compañía Pica se ha convertido en uno de los líderes del mercado mundial del carbón activo. Durante estos últimos años, ha reforzado sus posiciones internacionales: está ahora presente en la mayoría de los países europeos, en Asia, Norteamérica y Sudamérica.

Puede fabricar carbón activo a la medida, en función de las necesidades concretas de sus clientes. Ofrece también productos cuyas superficies específicas van de 700 a más de 2,500 m2 por gramo, de allí un porcentaje de la masa de CCl4 adsorbido que puede llegar más allá de un 150 por ciento.

Otra compañía del sector de tratamiento, Europe Environnement es una joven empresa especializada en la ventilación y el tratamiento del aire. Fabrica y comercializa biofiltros, varios lavadores de gas, así como ventiladores y accesorios termoplásticos destinados a la aeraúlica (ingeniería de corrientes gaseosas en conductos).

Tiene como clientes a grandes firmas de la industria, tales como Aerospatiale, Alcatel, IBM, Pechiney, Kodak, entre otras.

En la actualidad, está capitaneando una asociación para investigación con la Escuela de Minas de Alès y la Ademe sobre los COV.

La ingeniería

Befs-Pec es una compañía de ingeniería que cuenta con 30 años de experiencia, entre otras cosas en la construcción de instalaciones de descontaminación atmosférica mediante, por ejemplo, oxidación térmica, adsorción sobre carbón activo y zeolita y lavado de los gases.

«Existen numerosos procedimientos en el mercado», señala Patrice Vasseur, responsable de productos.

«Algunas tecnologías están probadas, otras están emergiendo. Es preciso conocer con exactitud los gases por tratar y por consiguiente el procedimiento industrial que genera los COV. Los puntos esenciales, antes de equiparse con un sistema de tratamiento, son el control de los disolventes, la reducción del caudal de aire del proceso, la elección de la técnica (destrucción o recuperación) y el estudio financiero comparativo. Aportamos nuestra pericia a la construcción de un sistema llave en mano.»

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