Contaminación

Lentas, las políticas para combate a la contaminación en el Caribe: PNUMA

Las políticas y salvaguardas ambientales en el Gran Caribe no se están desarrollando con suficiente rapidez para asegurarle un futuro sustentable a la región. Entre 80 y 90 por ciento de toda la contaminación marina proviene de fuentes terrestres, tales como la descarga de aguas negras y residuales, plaguicidas e hidrocarburos que afectan la salud humana y los ecosistemas costeros.

Además, nuestro país agrava la problemática con la contaminación producida desde sus plataformas terrestres y marítimas de explotación de crudo en el Golfo de México, la cual sólo se ha mitigado en años recientes, pero sigue contribuyendo en el deterioro ambiental de la región.

Durante la tercera Reunión del Gran Caribe para luchar contra la Contaminación Marina de las Fuentes Terrestres, los expertos y representantes gubernamentales del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y de países del área, examinaron la situación actual y las estrategias posibles para financiar y aplicar programas de acción.

Christopher Corbin, oficial del Programa para la Evaluación y Gestión de la Contaminación Ambiental del PNUMA, quien administra los proyectos del programa, dijo que en la reunión de cinco días se examinarán las actividades llevadas bajo el protocolo relativo a la contaminación de fuentes y actividades terrestres durante los pasados dos años, además de que se acordarán los planes y presupuestos para el próximo bienio.

Por su parte, Fitzroy Dorant, director del Centro Regional de Actividades del PNUMA, en Curaçao, reconoció, a pregunta expresa, el problema que representa la explotación marítima de Petróleos Mexicanos y de la transportación marítima que se hace del crudo, y que como consecuencia de las corrientes contaminan al Caribe.

Señaló también que el crecimiento de la población y el turismo están fomentando la conversión de las costas naturales del Caribe en puertos, playas turísticas y comunidades nuevas. La tala de manglares y otras áreas naturales reduce el hábitat para la fauna y la flora, muchas de ellas en vías de extinción, así como para criaderos de importantes pesquerías. Hay que recordar que la región del Gran Caribe es una de las áreas de mayor diversidad cultural y económica del mundo.

En los datos estadísticos, la mayoría de las industrias en el Caribe desechan las aguas residuales directamente hacia el mar, sin previo tratamiento. Más de 70 por ciento de los 80 millones de habitantes del Caribe viven en ciudades costeras y la mayoría de estos conglomerados posee sistemas de tratamiento de aguas residuales con funcionamiento deficiente o incluso carecen de este tipo de sistemas.

El mar resulta contaminado por prácticas de agricultura no sostenible y las bahías a menudo se ven en igual situación debido a que los puertos carecen de sistemas para el adecuado manejo de desechos sólidos y líquidos provenientes de embarcaciones, tanto comerciales como turísticas.

Fuente: La Jornada

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