Contaminación

¡Histórico!, termina temporada de ozono sin contingencia ambiental en CDMX

Desde el 24 de marzo hasta la fecha, se modificaron las actividades en la Zona Metropolitana del Valle de México, como el cierre de establecimientos y la reducción en la circulación de vehículos

Teorema Ambiental/Redacción

Ciudad de México, 13 de julio de 2020.— La Dirección General de Calidad del Aire Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, informó que este viernes concluyó la “temporada de ozono” 2020 en el Valle de México, sin que la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) activara contingencia ambiental por altos niveles de contaminantes.

Esta situación se derivó de la reducción en actividades provocada por la contingencia sanitaria por COVID-19 en México. Sin embargo, cabe resaltar que hubo varios días en que, pese a la detención de actividades industriales y a la reducción de la circulación en el parque vehicular de hasta 40 por ciento, hubo días con mala calidad del aire en la región.

El ozono es un contaminante que se forma a partir de reacciones químicas que ocurren en el aire en donde participan los compuestos orgánicos volátiles (COV) (contaminantes generados durante la combustión de gasolina, gas, diésel, etc., así como por la evaporación de combustibles o solventes), y el dióxido de nitrógeno (NO2) (contaminante generado a partir de la combustión) en presencia de energía solar.

“Es entre marzo y mayo cuando generalmente se registran las más altas concentraciones de ozono en el año y se puede superar el estándar nacional de calidad del aire en la mayor parte de los días de dicho periodo. Esto se da porque, durante esos meses, se presentan altas temperaturas, poca nubosidad y alta radiación solar en el Valle de México y se complica aún más cuando la velocidad del viento es baja”, informó la Sedema.

Sobre la contingencia por COVID-19, la Sedema señaló que desde el 24 de marzo hasta la fecha, se modificaron las actividades en la Zona Metropolitana del Valle de México, como el cierre de establecimientos y la reducción en la circulación de vehículos. De este modo, se registró una disminución promedio del 70 por ciento en la congestión vehicular, 45 por ciento en el consumo de gasolina y 37 por ciento en el diésel.

Esos cambios en la actividad de la metrópoli provocaron una reducción superior al 45 por ciento en las concentraciones de monóxido de carbono, y de 34 por ciento del dióxido de nitrógeno. En el caso de las partículas las reducciones han sido menores, y para el ozono, aunque se registraron incrementos en las concentraciones horarias-diarias promedio, se redujeron los valores máximos y no fue necesario aplicar la fase 1 de contingencias ambientales atmosféricas, finalizó la Sedema.

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