Se creó un fideicomiso al que la empresa entregaría 2 mil millones de pesos, pero fue finalizado el año pasado y solo administró mil 200 millones
Teorema Ambiental/Redacción
Ciudad de México, 16 de diciembre de 2019.— La minera Buenavista del Cobre, filial de Grupo México, debe entregar otros 800 millones de pesos al fideicomiso creado para remediar el daño ambiental en los ríos Sonora y Bacanuchi tras el derrame de sulfato de cobre en agosto de 2014, informó la titular de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), Blanca Mendoza.
En la conferencia de prensa matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador de este jueves, la procuradora explicó que para remediar el daño ambiental y a las comunidades afectadas se creó un fideicomiso al que la empresa entregaría dos mil millones de pesos, pero fue finalizado el año pasado y solo administró mil 200 millones.
Además, indicó que los trabajos se iniciaron con apenas 500 millones de pesos. También señaló que Grupo México hizo erogaciones por fuera del fideicomiso, pero eso no puede ser considerado como cumplimiento de la medida interpuesta contra la minera.
Por ello, señaló que “la empresa debe asumir el compromiso de la reparación del daño”, mientras la Profepa analiza otras áreas de incumplimiento para reparar el daño ocasionado, como una serie de monitoreos por parte de la empresa, así como presentar los informes correspondientes.
Además, la Profepa inspeccionará una nueva presa que se construye en las mismas instalaciones y de una más que cerró en 1998, antes del derrame.
De acuerdo con un informe de la revista Proceso, autoridades de la Profepa acudieron a la zona del accidente y documentaron que en el gobierno de Enrique Peña Nieto ocultó un segundo derrame de tóxicos mineros, así como la existencia de más de mil personas afectadas por la contaminación del río que no han sido reconocidas en la zona. Finalmente, señalaron que el agua de los cuerpos de agua sigue contaminada.
Por su parte, el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor M. Toledo, recordó que ese evento es considerado “el peor desastre ambiental en la historia de México”, cuando fueron derramados 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulados sobre los ríos Sonora y Bacanuchi, y que afectaron a unos 25 mil habitantes de distintos municipios de la región.
Detalló que, desde que llegó a la dependencia, el pasado 25 de mayo, ha acudido a ocho reuniones con habitantes de las comunidades afectadas y volverá a la zona la próxima semana, en compañía del secretario de Salud, Jorge Alcocer, a los municipios de Hermosillo y Ures, para reunirse con los presidentes municipales de las comunidades aledañas y revisar los avances de la reparación del daño.
De paso, Toledo calificó de “infiernos ambientales”, las situaciones que se viven en entidades como Hidalgo, Jalisco y Guanajuato donde hay niños con problemas de cáncer, con plomo en la sangre, enfermedades renales y otros padecimientos provocados por desastres ambientales y contaminación de ríos ocasionada por empresas mineras y de la industria extractiva que han dañado comunidades en todo el país.
