Contaminación

Entorno en contexto depolución de desechos la problemática actual

En el número anterior abordamos el tema sobre el concepto depolución, entendido éste como el tratamiento de desechos sin hacer diferencias en cuanto al tipo de residuo, sino más bien marcando consideraciones en términos generales. Le dimos un pequeño repaso a la problemática sobre el manejo y depósito de materiales, desde un punto de vista histórico, y concluimos que la filosofía general en torno a este asunto se debe concentrar en la idea de usar los materiales cuantas veces sea posible.

Depolución centralizada

Finalmente, de una manera breve comenzamos a tratar la depolución central y la descentralizada. Por lo tanto, ahora es importante mencionar que si una autoridad se decide por la depolución centralizada, debe tomar en cuenta que es necesario ejercer una supervisión gubernamental que simplificaría, por ejemplo, un monitoreo continuo de emisiones. De igual manera, los costos específicos pueden ser menores y la técnica (know how) puede ser organizada de una manera sistemática.

En cuanto a las contrariedades, éstas pueden ser la existencia de recorridos más largos en la transportación, lo que implica también mayores riesgos, sobre todo para los desechos peligrosos y un aumento en los costos. El tener que realizar mayores esfuerzos en clasificar, controlar la procedencia y el tipo de materia que se maneja son otros aspectos que complican el haberse decidido por la depolución centralizada.

La centralización también exige incrementar la seguridad en cuanto a disponibilidad, contar con plantas de incineración tan bien equipadas que sean capaces de lidiar con los materiales más difíciles, aun cuando éstos sean sólo 5 por ciento del total.

Por último, la centralización implica también una carga mayor para la localidad y no se debe descartar la posibilidad de que cause problemas políticos en cuanto a su realización, ya que los residentes de esta zona podrían rechazar la llegada de desechos provenientes de otra parte.

Depolución descentralizada

La palabra descentralización se refiere a la creación y establecimiento de pequeños centros de tratamiento de desechos en distintas regiones, o bien, directamente con el mismo productor de éstos.

La decisión sobre una depolución descentralizada trae consigo beneficios en cuanto a que los desechos son tratados desde la fuente de origen, existen pocos o casi ningún riesgo de transportación (se reduce volumen y peso), el tipo y la cantidad de desechos pueden ser controlados y con esto se da la posibilidad de un tratamiento certero.

Asimismo, se presenta una menor carga de desechos en el lugar, pero siempre y cuando se apliquen medidas iguales para plantas grandes como para las pequeñas y exista la posibilidad de una utilización secundaria, es decir, recuperación de energía.

El único aspecto negativo en la depolución descentralizada es que debe haber un mayor control por parte del sector gubernamental.

Tecnologías para el tratamiento

El tratamiento de desechos puede, y de hecho debe ser jerarquizado, en donde lo primero que debe considerarse es la tecnología que se utilizará. En este sentido, la tecnología no necesita (a excepción de la purificación) de una transformación de materias y el mejor ejemplo de esto son las botellas reciclables.

El segundo punto importante que debe considerarse es la preparación de la materia, la cual se logra gracias a procesos químicos y físicos (por ejemplo, vidrio viejo y metales). Entonces, un tercer aspecto es la transformación, con lo cual sólo quedará materia que no es reciclable hoy en día, entre la que habrá que incluir la peligrosa.

Una cadena en la que se utilizan diferentes tecnología son:

El reciclaje, concebido como lo que se puede reutilizar directamente y ser reintegrado a un proceso industrial. Esto implica que los desechos terminarán en el lugar indicado y donde sea requerido, el personal trabajará con poco esfuerzo.

La composta, que es una forma natural de reciclaje, ya que el desecho se convertirá en abono y regresará al ciclo natural de la alimentación.

El tratamiento térmico (incineración), en donde lo que ya no es posible reutilizar por razones de higiene o por reducción de volumen, se incinera.

La disposición final, donde todas las materias que no se puedan disgregar o no se puedan disolver en agua (inertes), son controladas en su almacenamiento.

Es importante destacar que por lo regular todas estas técnicas son aplicadas en conjunto y de la aplicación de una pueden surgir desechos que deberán ser tratados por otra técnica y así sucesivamente. Al final de esta cadena, se cuenta de cualquier manera con la disposición final.

Residuos provenientes de la producción

En cualquiera de las diferentes etapas de los centros de producción y servicio pueden surgir residuos, muchos de los cuales no es posible utilizarlos en la forma dispuesta y también obstruyen los procedimientos. Por lo tanto, estos residuos deben ser eliminados y tratados debidamente.

Los mejores ejemplos de lo antes expuesto son materiales de empaque, trapos de limpieza, aceites procedentes de maquinaria y restos de producción (madera, triplay, plásticos, desechos hospitalarios, lodos y disolventes). Muchos de estos materiales están sucios y no pueden ser reutilizados, en otras ocasiones tienen un alto contenido calorífico (como la madera) y, en el caso de los plásticos, pueden llegar a tener dicho contenido calorífico similar al del combustible.

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