Contaminación

El reciclaje, benéfico para las futuras generaciones

Por el momento, «la ecología aún no va de la mano con la pobreza». Esta afirmación es muy acertada cuando se dice que en México no se han buscado mecanismos adecuados que permitan darle un valor a los desechos, a la basura, para que cualquier persona –sobre todo si es de escasos recursos– reintegre los desperdicios a la industria y reciba una retribución por ello.

Esta ausencia de incentivos financieros afecta al ambiente y a la ecología, ya que, por ejemplo, las botellas elaboradas con PET (tereftalato de polietileno) no tienen ningún valor y por ello se tiran en la calle, lo cual crea focos de contaminación y provoca inundaciones en temporada de lluvias pues obstruyen las coladeras.

En México, además de que hacen falta centros de acopio y una justa retribución, también se necesita difundir la cultura del reciclaje mediante programas de educación ambiental dirigidos principalmente a niños y jóvenes escolares. Este proceso de crear conciencia es fundamental ya que de la chatarra arrojada en basureros o barrancas del país, 80 por ciento proviene de los hogares y sólo 20 por ciento se genera en la industria.

Contribución ciudadana

Si la población separara la basura y además la llevara a centros de acopio, contribuiría con los trabajos de recolección que efectúan empresas como Distribuidora de Metales Xalostoc (Dimexa), aseguró su director general Víctor Benítez.

Dimexa es una empresa creada en 1990 y su giro está enfocado a la compraventa de metales no ferrosos (aluminio, cobre, bronce y acero inoxidable, entre otros).

Entre sus principales clientes destacan empresas paraestatales como Pemex, Luz y Fuerza, Comisión Federal de Electricidad e infinidad de firmas particulares que fungen como medio mayoristas y mayoristas. Dimexa inició operaciones en el reciclado de chatarra de metal y ahora es uno de los especialistas líderes en la industria del acero inoxidable, aleaciones y metales.

Actualmente, esta empresa cuenta con plantas y oficinas en varias partes de la República Mexicana, donde emplea a cerca de 200 personas que tienen un compromiso con la excelencia, lo cual mantiene a la firma al frente en el manejo de la chatarra de metales, en tecnología y en servicio.

Tres principios empresariales son la base de su éxito: cuenta con los conocimientos técnicos de vanguardia, desarrolla la calidad de sus productos lo más alto posible, y sabe exactamente qué es lo que quiere el cliente y siempre le entrega a tiempo.

Modernización constante

Ante un mundo globalizado y cambiante, Dimexa renueva de manera constante su equipo de procesamiento, con el propósito de mejorar en todo momento la calidad de los productos, maximizar el costo-beneficio y mantener precios competitivos.

El hecho es que Dimexa se dedica a una actividad que consiste en clasificar y separar los metales ferrosos de los no ferrosos. Además de identificar los metales a simple vista, se utilizan otros métodos como uso de imanes, análisis químico simple, pruebas de chispa y uso sofisticado del espectrógrafo, entre otros. Con estos métodos se separa cobre, bronce, plomo, aluminio, magnesio, zinc, fierro, níquel, cobalto o cromo.

La mayor parte de los metales son 100 por ciento reciclables y se venden a fundidoras y acereras, aunque actualmente el mercado está muy contraído y es probable que esta situación se agudice por la desaceleración económica que afecta a Estados Unidos.

Según Benítez, de esta industria dependen económicamente cerca de 100 mil familias y se comercializan más de 20 mil toneladas de metales al año, lo cual representa unos 200 millones de pesos.

Por iniciativa propia, Dimexa elaboró una serie de normas derivadas de la recopilación de enseñanzas, comentarios y sugerencias que a lo largo de 25 años de experiencia se han desarrollado entre clientes y fundidores mexicanos.

No se trata de una obra completa ni sus normas son similares a las internacionales, como las del Institute of Scrap Recycling Industries o el Bureau International Recycling. Estas normas sobre clasificación de metales no ferrosos van dirigidas a todos los recicladores mexicanos de metales y su propósito fundamental es servir de guía, al señalar las especificaciones de calidad que necesitan tener los distintos tipos de chatarra más comunes en México y que los fundidores nacionales requieren conocer para utilizarlos en condiciones óptimas.

Simplificación de operaciones

La importancia de este documento radica en que se trata de un conocimiento elemental en donde se establece una relación confiable entre compradores y vendedores de chatarra, ya que se simplifican las operaciones de comercialización pues todos los implicados manejan una misma norma y así se evitan confusiones sobre la preparación o el empaque de los diferentes tipos de chatarra. Asimismo, se obtiene un precio justo por estos materiales.

Por ejemplo, el manual señala que el tubo de aluminio es un desperdicio proveniente de carrocerías y tubos cuya limpieza es importante, por ello recomienda que no contenga ninguna adherencia. También se menciona cómo deben manipularse materiales como chops de cobre, papel de aluminio, antimonio mono, plomo blando y duro, cuproníquel moneda, cuproníquel 70/30 o 90/10, magnesio, acero inoxidable 304, acero inoxidable HK 40=310, cobre de rebaba, cobre revuelto, bronce amarillo limpio y sucio, radiador de cobre con bronce o cable con alma de acero.

Con este documento Dimexa aporta soluciones al deterioro ambiental ya que se recomienda poner en marcha programas integrales para disminución de residuos y para un manejo adecuado de los metales que finalmente serán utilizados por la industria del reciclaje. También coadyuva en la recuperación de materiales e insumos dentro de un contexto de eficiencia económica y ambiental.

Fortalecer marco jurídico

Para la empresa también es fundamental fortalecer el marco jurídico y normativo, con el propósito de que se cubran los requisitos de protección ambiental y productividad, se dé atención a las zonas y a las diferentes ramas industriales siguiendo criterios de racionalidad de costo-efectividad y de vulnerabilidad de las regiones.

La empresa ha cumplido con todas las disposiciones fijadas por las autoridades ambientales y de manera particular con el Programa para la Minimización y Manejo Integral de Residuos Industriales Peligrosos en México 1996-2000, publicado en 1996 por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), por conducto del Instituto Nacional de Ecología (INE), el cual sirve de guía para orientar los esfuerzos que se llevan a cabo en este campo para todo el territorio nacional.

Gracias al reciclaje, es posible absorber por lo menos una parte de los costos de la gestión de los residuos mediante su valorización. En muchos casos es posible la reutilización interna de residuos que, después de pasar por un proceso de purificación, pueden utilizarse como materias primas.

Dimexa está convencida de que el reciclaje de la chatarra se debe basar en una buena preparación, lo cual beneficia a todos porque permite mejorar el ambiente y conservar el planeta en buenas condiciones para las generaciones futuras.

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