La decisión del cierre definitivo y paulatino para el próximo 30 de noviembre del Bordo Poniente se tomó porque la vida útil de este relleno sanitario ya concluyó, informó la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
De seguir utilizándolo se pondría en riesgo la protección al medio ambiente y la salud de los habitantes de la Zona Metropolitana del Valle de México, señaló la dependencia en un comunicado.
El documento aseguró que la clausura del Bordo Poniente permitirá a los gobiernos del Distrito Federal y del Estado de México establecer nuevas y modernas soluciones al manejo de los residuos sólidos.
Actualmente en el Bordo Poniente se emiten al año casi un millón 200 mil toneladas de bióxido de carbono a la atmósfera de la capital, siendo pernicioso para la salud, además de lanzar gases de efecto invernadero.
El relleno sanitario Bordo Poniente recibe 12 mil toneladas de basura al día, de las cuales diez mil toneladas y media son de la capital y una y media del Estado de México, por lo que el peso de los desechos ha provocado hundimientos entre los 14 y 21 metros.
Eso genera un riesgo de que se rompa la geomembrana, es decir, la protección ambiental que se utiliza en los rellenos sanitarios, y que contamine los mantos acuíferos del Distrito Federal con los líquidos que resultan de la descomposición de los desechos orgánicos de la basura.
Esta situación pondría en riesgo la infraestructura hidráulica de la zona y la salud de la población, agregó.
La dependencia valoró la situación y decidió que a partir de septiembre sólo permitirá depositar en dicho relleno un máximo de nueve mil toneladas de residuos, en octubre seis mil y en noviembre únicamente tres mil para proceder a su clausura definitiva.
La Semarnat destacó que el cierre del relleno Bordo Poniente se realizará de manera gradual para no afectar a los ciudadanos que viven en la Zona Metropolitana del Valle de México.
Fuente: Milenio
