Teorema Ambiental/Redacción
Scott Pruitt, nombrado por Donald Trump como director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), afirmó este jueves que hay que debatir con más profundidad el impacto del dióxido de carbono (CO2) en el fenómeno del calentamiento global. Pruitt contradijo el consenso científico mundial al afirmar que las emisiones de este gas no son un factor determinante del cambio climático.
“Creo que medir con precisión el impacto de la actividad humana en el clima es algo muy difícil y existe un inmenso desacuerdo sobre el alcance de este impacto. Entonces no estaría de acuerdo que sea un factor importante en el calentamiento global”, declaró a la cadena de televisión CNBC.
“Debemos seguir el debate y seguir analizando el impacto del CO22”, agregó, aun cuando el 97 por ciento de los científicos en el mundo reconoce que la combustión de los derivados del petróleo, el gas natural y el carbono ha contribuido al aumento de las temperaturas desde la revolución industrial y a la aceleración del deshielo de los glaciares árticos. La Tierra lleva tres años batiendo récords de calor, con temperaturas promedio nunca vistas desde que comenzaron a registrarse en 1880.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) “determinó que el aumento de las emisiones de CO2 es la principal causa del calentamiento global, seguido por el metano, los gases halógenos y el óxido de nitrógeno, cuyas concentraciones provienen principalmente de las actividades humanas2, señaló Kerry Emanuel, profesor de Ciencias Atmosféricas en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
El meteorólogo Eric Holthaus consideró en Twitter que Pruitt “debe dimitir porque su posición pone directamente en peligro nuestra seguridad”.
Desde que fue designado para dirigir la EPA y durante sus audiencias en el Senado para ser confirmado en su nuevo cargo, Pruitt apostó por mantener un perfil bajo y evitar declaraciones provocativas. Aunque reconoció que el calentamiento global existe, subrayó que la responsabilidad humana sigue siendo un debate.
Además su papel como funcionario federal puede incurrir en un conflicto de intereses porque la labor profesional de Pruitt es muy próxima a la industria de las energías fósiles, y es conocido como un feroz detractor del poderoso organismo que ahora dirige. Exfiscal general del estado de Oklahoma, apoyó más de una docena de demandas contra la EPA junto a industriales y grupos de presión para bloquear diversas regulaciones sobre la contaminación del aire y del agua.
Entre estas regulaciones destaca la que impulsó el expresidente Barack Obama para forzar a las centrales térmicas de carbón a reducir sus emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Según un documento obtenido por varios medios estadounidenses, los recortes presupuestarios que prevé Pruitt contemplan despedir al 20 por ciento el personal de la agencia y eliminar decenas de programas para proteger el medio ambiente.
El director de la EPA también calificó como un “mal acuerdo” el que firmó Obama en París sobre el clima, en diciembre de 2015 por 194 países.
“El acuerdo de París tendría que haber sido manejado como un tratado, tendría que haber pasado por una confirmación del Senado. Es preocupante”, declaró.
Steve Bannon, principal consejero del presidente y exjefe de la sitio de noticias de extrema derecha Breitbart, presiona a la Casa Blanca para salir de este acuerdo histórico, según el periódico The New York Times citando fuentes anónimas del gobierno y del sector energético del país.
