Contaminación

China continúa producción de gases CFC que destruyen la capa de ozono

El gas, llamado CFC-11, era usado para fabricar espumas aislantes para casas, pero internacionalmente se acordó reducir y eliminar su producción a partir del año 2010

Teorema Ambiental/Redacción

El gas, llamado CFC-11, era usado para fabricar espumas aislantes para casas, pero internacionalmente se acordó reducir y eliminar su producción a partir del año 2010.

Sin embargo, varios científicos han detectado que el ritmo de reducción en la producción de este gas se ha vuelto más lento en los últimos seis años, de acuerdo con la revista Nature.

Estas emisiones provienen presumiblemente de fábricas que siguen utilizándolo para producir material aislante en provincias del este de China.

El CFC-11 es también llamado triclorofluorometano, y es un tipo de clorofluorocarbono o CFC, desarrollado inicialmente como refrigerante en la década de 1930.

El gran descubrimiento de Mario Molina para obtener el Premio Nobel de Química en 1995 fue identificar que estos gases se descomponen en la atmósfera, liberan átomos de cloro que rápidamente destruyen la capa de ozono que nos protege de la luz ultravioleta proveniente del sol, creando una gran capa de ozono sobre la Antártica, descubierta en la década de 1980.

La comunidad internacional acordó el llamado Protocolo de Montreal en 1987, que prohibió la emisión de los CFC más perjudiciales. Si se respeta la prohibición, los huecos en la capa de ozono podrían cerrarse en 2030 en el Hemisferio Norte y 30 años después en el Hemisferio Sur.

CFC-11 era el segundo CFC en abundancia. En 2018 un equipo de investigadores encontró que el ritmo de disminución se redujo en un 50 por ciento después de 2012 y en el monitoreo se detectaron menos avances en Corea del Sur y Japón y los científicos concluyeron que el gas se seguía produciendo en el este de Asia.

Si las fábricas que usan CFC-11 no son clausuradas, esto puede retrasar en una década la reparación de la capa de ozono.

Estudios adicionales de la Agencia de Investigación de China en 2018 confirmaron que en ese país se siguen produciendo estos gases de manera ilegal en muchas de las fábricas productoras de aislantes de poliuretano que fueron investigadas.

Un vendedor señaló a la agencia que cerca del 70 por ciento del material aislante en hogares chinos es fabricado usando el gas prohibido, debido a que es un producto de mejor calidad y mucho más barato que otros alternativos.

El trabajo confirma más allá de cualquier duda razonable que entre el 40 y el 60 por ciento del aumento en emisiones de CFC-11 proviene de provincias en el este de China y que hubo un aumento de un 110 por ciento en la producción del gas en esa región entre 2014 y 2017, en comparación con el periodo entre 2008 y 2012.

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