Contaminación

Alto costo en Recolección de residuos

En el manejo adecuado de los residuos, hoy en día existen infinidad de empresas que ofrecen soluciones “a la medida” de las necesidades de los clientes, utilizando tecnología de punta y transporte moderno con contenedores de diferentes capacidades. Se trata, por ejemplo, de contenedores de entre 14 metros cúbicos a aproximadamente 20 metros cúbicos, además con equipos de compactación y plataformas adecuadas. En muchas ocasiones son tráileres de 18 o 30 toneladas.

Los sistemas de transportación proporcionan un manejo adecuado, garantizan limpieza y seguridad en cuanto a la reducción de pérdida de los residuos sólidos no peligrosos (principalmente). Dichas empresas aseguran en su publicidad, que el uso de sus transportes es el adecuado porque cuentan con el personal capacitado y con amplio conocimiento de su actividad.

Dentro de un contexto más amplio, en el manejo de los residuos es fundamental conocer con exactitud el origen y los tipos de residuos generados, así como su composición y fuentes de generación, para que el diseño, la operación y la participación en la gestión sea más profesional.

De esta manera, las autoridades gubernamentales señalan que el origen de los residuos sólidos se da de la siguiente manera: domiciliaria o municipal, comercial, construcción y demolición e industrial. En general, se trata de desperdicios de tipo alimenticio, papel y cartón, plásticos, textiles, metales, vidrio, madera y materiales de demolición y, en menor porcentaje, otros.

La recolección, un tema complejo

La recolección y el transporte de los residuos es un tema que va y debe ir muy ligado al cuidado ambiental, así como el hecho de que va muy vinculado con la disposición final de los mismos.

De esta manera, la recolección de la basura es un asunto sumamente complejo y tiene que ver con una moderna gestión de los residuos, llevándose el mayor porcentaje del costo final del proceso. Éste es de entre 60 y 70 por ciento.

En un país como México, uno de los grandes problemas por resolver es la enorme cantidad de basura depositada a cielo abierto dentro de las principales ciudades del país. Otro problema es la basura quemada en los hogares o en hornos municipales. Las consecuencias de estas prácticas son la contaminación del aire por el humo y el hollín generado, el grave deterioro del suelo y agua, la amenaza que representa para la salud pública y el deterioro de la calidad de vida.

Frente a esta problemática, no todo está perdido. Por fortuna, existen propuestas de solución. Una de ellas es la de unificar y modernizar el sistema de recolección de residuos domiciliarios y otra consiste en prohibir el depósito de basura en espacios abiertos.

Por otra parte, el sistema de rellenos sanitarios es otro tipo de solución a los problemas que enfrentan las ciudades de gran tamaño como la de México. Hasta ahora, los rellenos sanitarios son de los métodos más modernos de disposición final de los desperdicios.

Hacer bien la tarea

La prestación de los servicios de recolección de basura debe implicar múltiples responsabilidades. Éstas abarcan desde la recolección de los residuos, el barrido de las calles y avenidas, la colocación y mantenimiento de cestos, el corte del césped, el rastrillaje y limpieza de espacios verdes, plazas y parques, la recolección mecanizada por medio de contenedores, el levantamiento de podas y la puesta en práctica de planes experimentales de reciclaje.

Por otra parte, según parámetros internacionales, en los países más desarrollados se necesita contar con un camión por cada diez mil habitantes. Sin embargo, esta proporción puede variar y depende de la tecnología empleada y el tipo de composición de los residuos. En los países desarrollados es bajo el nivel de materia orgánica que componen los residuos, lo que permite una planificación distinta en la recolección. En México, la recolección de la basura se sigue efectuando en gran medida de manera manual, situación que es urgente modificar.

En cuanto al manejo de residuos líquidos y aceitosos contaminantes, una de las técnicas más recomendables para su tratamiento es la de encapsulamiento o inertización. Este método consiste en mezclar los residuos con agua, cemento, cal hidratada y un producto denominado sorbond.

Este proceso permite convertir en inocuos los residuos para una posterior disposición final en rellenos sanitarios o sitios autorizados por las agencias ambientales. El sorbond es un producto fabricado en Estados Unidos y recomendado por la Agencia de Protección al Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés) para ser utilizado en los procesos de encapsulamiento de residuos industriales y ayuda a evitar la generación de lixiviados en los sitios de disposición final.

Por último, con hornos de altas temperatura y con la licencia ambiental de operación respectiva, se pueden destruir (incinerar) residuos químicos, sustancias de interés sanitario y desechos patógenos hospitalarios.

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