Colaboraciones

La urgencia de un régimen de patentes biodiversas

Juan Carlos Machorro

Para diversas naciones megadiversas del orbe es necesario poner en marcha lo antes posible un régimen de patentes que conlleven un pago de servicios por el uso de los recursos genéticos de estos países, ya sean productos farmacéuticos o alimenticios, los cuales dejan millones de dólares de ganancia a empresas y naciones desarrolladas.

Ante este panorama, Juan Rafael Elvira, titular de la Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat), informó que para la próxima reunión relativa a recursos genéticos que se desarrollará a finales de año en Nagoya, Japón, algunos países subdesarrollados y megadiversos como es el caso de México presentarán una propuesta de pago de servicios por el uso de su biodiversidad.

Un ejemplo del uso de los recursos genéticos de la biodiversidad es la industria farmacéutica que en sus investigaciones biotecnológicas maneja un mercado global de 90 mil millones de dólares y, de ello, México representa un 4 por ciento de dicho mercado.

En relación con la postura que manejará nuestro país sobre este tema, en entrevista con Teorema Ambiental, Enrique Lendo, encargado del despacho de Asuntos Internacionales de la Semarnat, comentó que el gobierno mexicano actualmente se encuentra negociando con otras naciones sobre el acceso equitativo a los recursos genéticos, pero “bajo un reparto equitativo de los beneficios, pues la idea es un régimen internacional”, según explicó.

Esto, debido a que los países megadiversos han mostrado gran interés en explorar esta posibilidad, ya que al ser naciones en casi su totalidad en subdesarrollo, sin técnica, ciencia, investigación y tecnología, tienen menos posibilidades de patentar dichos recursos que provienen de la biodiversidad.

Muestra de ello es la desigualdad en las patentes. Los países altamente industrializados detentan el 97 por ciento de todas las patentes del mundo.

Desde 1993, México ratificó la Convención sobre Diversidad Biológica (CDB), la cual establece el derecho de los Estados sobre los recursos genéticos dentro de sus territorios, pero ello no ha impedido el saqueo internacional.

De acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la década de 1930, el bioquímico Rusell Marker estudió cómo los mazatecos de Veracruz utilizaban el barbasco como un abortivo natural; tras estudiar dicho elemento y aislarlo obtuvo las píldoras anticonceptivas, hoy explotadas por el laboratorio Syntex.

Con base en información de diversas organizaciones ambientales sudamericanas, Estados Unidos actualmente utiliza más de 150 patentes obtenidas de comunidades indígenas latinoamericanas a las cuales no se les retribuye por su saber. Esto debido a que el régimen global de patentes no obliga a decir de dónde surgió el conocimiento de un producto.

El funcionario de Semarnat apuntó que Colombia, Brasil, India, Sudáfrica y Costa Rica son algunos de los pueblos que han mostrado interés en dicha iniciativa.

Por su parte, Carlos Enrique González, jefe de la Unidad de Asuntos Internacionales de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), expresó que este problema es histórico, pues desde hace años naciones como México han visto cómo han sido extraídos genes específicos provenientes de su capital natural.

Los casos son muchos, ya que como comenta González, diversas empresas europeas y estadounidenses han peinado los suelos mexicanos llevándose semillas a sus respectivos países. Un ejemplo de esto son los pinos mexicanos, que en la actualidad son la base de grandes proyectos forestales, tal como ocurre en Nueva Zelanda o Chile. “Hoy en día, el pino espátula se planta en 80 países y mayormente es explotado en Sudáfrica, pese a ser de origen mexicano”, señaló el especialista de Conafor, quien apuntó que la conservación de la biodiversidad requiere encontrar mecanismos para que quienes viven al pie de los ecosistemas le den un significado de importancia.

Pese a la oposición de representantes de grandes compañías biotecnológicas de países como Australia, Canadá y Japón, Konrad Üblehör, encargado de biodiversidad de la Agencia alemana de Cooperación y Desarrollo (GTZ), consideró que “la justa participación de los pueblos de los países en los beneficios económicos derivados de la comercialización de los recursos biológicos de sus regiones es un problema central por resolverse”. Para Üblehör, “es natural” que los países pobres exijan compartir los beneficios, ya que 80 por ciento de la biodiversidad se encuentra en su tierra”.

Control de biodiversidad para no padecer hambre
Según datos del Informe sobre las inversiones en el mundo: empresas transnacionales, producción agrícola y desarrollo elaborado por la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), a finales de la década de 1990, los flujos mundiales de inversión extranjera directa (IED) no llegaban a los mil millones de dólares, cifra que aumentó a tres mil millones para 2007, último dato dado a conocer, siendo países como Camboya, Laos, Malasia y Ecuador los principales países beneficiados en este rubro, con montos entre los 15 mil y 10 mil millones de dólares, por concepto de ganancias agrícolas.
Para Gregorio Canales, presidente de expertos de la UNCTAD, esto conlleva a que 110 países tengan contratos de agricultura por contrato con empresas transnacionales, desembocando que éstas tengan bajo su control diversos alimentos. En México, por ejemplo, al menos 10 por ciento de su producción alimentaria está bajo control de transnacionales.

El indica que compañías como Nestlé tienen más de 600 mil contratos con agricultores de 80 naciones subdesarrolladas. Grupo Bimbo, de capital mexicano, firmó el año pasado más de tres mil contratos agrícolas para de esta forma tener asegurada materia prima para sus productos.

“La actividad de agricultura por contrato en México no es todavía muy importante”, dijo el especialista, y agregó que “en la última década en México la inversión extranjera en el campo suma 569 millones de dólares, tanto en producción como crianza de ganado, siendo Baja California, Sonora, Sinaloa, Tamaulipas y Chiapas las entidades con más esquemas de este tipo”.

Clive James, investigador internacional en temas de biotecnología, comentó que sustentar el sistema de alimentos del futuro en la producción biotecnológica no es la opción definitiva para paliar el hambre, la cual, dijo, sólo se resolverá con la conjunción y convivencia de todos los sistemas de producción del campo.

Detalló que en el mundo existen más de mil millones de desnutridos, cifra nunca vista en la historia. Por ello, señaló, debe trabajarse en contribuir a detener el hambre, antes de pensar en acabar con la hambruna global que a diario cobra la vida de miles de personas. “Esto no es cuestión de incremento de producción de alimentos, sino de visión sustentable de los recursos mundiales.”

Para James, el hecho de que los agricultores del mundo padezcan condiciones de pobreza extrema, resulta una ironía terrible, al ser ellos los principales productores de alimentos.

Imparable la pérdida global de biodiversidad

Cabe mencionar que en la presentación del Cuarto Informe Nacional de México al Convenio sobre Biodiversidad Biológica, el secretario ejecutivo de dicho convenio, Ahmed Djoghlaf, subrayó que para al año 2010, los intentos por preservar la biodiversidad en el planeta han fracasado. Esto, debido a que ninguna nación del planeta ha sido capaz de detener la pérdida de especies, a pesar de que en los últimos años, se han reducido las tasas de extinción.

“En la costa del Pacífico mexicano se ha visto una disminución en las plantas medicinales como resultado de la alteración del hábitat debido a cambios de uso de suelo, lo cual ha reducido la provisión de los servicios ecosistémicos”, denunció Djoghlaf ante el titular de la Semarnat.

Atraso legal en patentes

– Australia es un país desarrollado con megadiversidad y buena base científica con un rendimiento anual de más de 750 millones de dólares.

– Indonesia, Brasil y México, ejemplos de megabiodiversidad, no cuentan con datos específicos sobre la ganancia monetaria de sus recursos genéticos.

– Los diez países más ricos acaparan un 90 por ciento de los pagos transfronterizos de tasas por licencias de patente.

– Los laboratorios Glaxo/Smithkline Beecham, una de las cuatro transnacionales que dominan la industria farmacéutica, tiene ganancias diarias del orden de 20 millones de libras esterlinas.

Las cinco más grandes compañías biotecnológicas del mundo controlan más de 95 por ciento de las compañías biotecnológicas.

Referencias: GTZ, ONU, Tierramerica

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