Colaboraciones

La gestión de residuos sólidos urbanos, una vía de creación de riqueza

Una oportunidad de negocio sustentable es posible mediante el reciclado de llantas

Por: Gema Yammel Hernández*

La masiva fabricación de llantas y las dificultades para hacerlas desaparecer una vez usadas, constituye uno de los más graves problemas medioambientales de los últimos años en todo el mundo. Una llanta necesita grandes cantidades de energía para ser fabricada; medio barril de petróleo crudo para fabricar una llanta de camión y también ocasiona, si no es convenientemente reciclada, contaminación ambiental al formar parte, generalmente, de vertederos incontrolados. Lo anterior lleva a pensar que existe la necesidad de tomar acciones respecto a este problema, por lo que se describe como propuesta de solución el diseño de un plan tecnológico del proceso de reciclado de llantas.

Llantas en desuso: una problemática global, nacional y estatal

En España se generan cada año 250 mil toneladas de neumáticos usados. El 45 por ciento se deposita en vertederos controlados sin tratar, 15 por ciento se deposita después de ser triturado y 40 por ciento no está controlado. Para eliminar estos residuos se usa con frecuencia la quema directa que ocasiona graves problemas medioambientales ya que produce emisiones de gases que contienen partículas nocivas para el entorno, aunque no es menos problemático el almacenamiento, ya que éste causa problemas de estabilidad por la degradación química parcial que estos residuos sufren y producen problemas de seguridad en el vertedero.

Las montañas de neumáticos forman arrecifes donde la proliferación de roedores, insectos y otros animales dañinos constituye un problema añadido. La reproducción de ciertos mosquitos, que transmiten por picadura fiebres y encefalitis, llega a ser cuatro mil veces mayor en el agua estancada de un neumático que en la naturaleza.

En mayo de 2010 en Madrid, España, se cerró el ejercicio con un volumen de Neumáticos Fuera de Uso (NFU) de 314 mil toneladas, según un informe realizado por la Asociación Europea de Fabricantes de Neumáticos y Productos de Caucho, cifra que los posiciona un 10 por ciento por encima de la media de los países de la Unión Europea. Este volumen supone 100 por ciento del tratamiento de neumáticos, con la consiguiente reducción del impacto medioambiental.

El reparto en porcentajes del total tratado se sitúa en 70 por ciento para reutilización o reciclaje, de ellos, 50 por ciento (153 mil toneladas) sólo se recicla, un 8 por ciento se reutiliza directamente si la cubierta lo permite, y un 12 por ciento se recauchuta. El resto, un 30 por ciento, se transforma en combustible alternativo para las cementeras.

Según el estudio de la ETRMA (European Type & Rubber Manufacturers Association), el mercado español es el quinto país de la Unión Europea que más NFU produce anualmente, tan sólo por detrás de Alemania (568 mil toneladas), Reino Unido (508 mil), Italia (421 mil) y Francia (369 mil).

Aunque el proceso de reciclado de neumáticos al final de su vida útil puede mejorar si se amplían las utilidades del caucho, el punto de partida de España, en comparación con estos cuatro países, es positivo. Por este motivo, la gestión adecuada a través de la red de plantas de recogida y tratamiento, que colaboran con los dos sistemas integrados de gestión existentes (Signus, Ecovalor y TNU), evita que estos desechos acaben en vertederos. No sucede lo mismo en otros mercados como el italiano o el británico donde sólo se trata 83 y 95 por ciento, respectivamente, del volumen generado.

En Estados Unidos el consumo de llantas es algo superior a una llanta por habitante por año, esto equivale a 300 millones de llantas por año, de las cuales aproximadamente 5 por ciento son quemadas en plantas termoeléctricas, método más utilizado en este país. La planta de Modesto, en California, quema 4.5 millones de llantas por año y genera 15 megavatios usados en 14 mil residencias.

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