Colaboraciones

Expectativas sobre la responsabilidad ambiental empresarial

Por Mario Amador

La responsabilidad ambiental empresarial y la protección ambiental, son temas que cobran vida aceleradamente en las empresas. Analizar el entorno permite ver las necesidades sociales y ambientales existentes y de no comenzar a trabajar para mejorarlas, puede ser más difícil revertir los efectos que pueden generar, en fin todavía falta tiempo y madurez para que comencemos a entender la máxima dicha por Carlos Llano Cifuentes: “Un ser humano necesita vivir para respirar, pero no sólo vive para esto, al igual que una empresa necesita tener estados financieros sólidos para salir adelante, pero no sólo existe para esto.”

Esta frase tiene muchos enfoques, pero el que se desea enfocar en este escrito es el que se relaciona directamente con el tema ambiental ya que al entender las empresas que sus intereses van más allá de satisfacer a sus accionistas, al incluir a los empleados, la comunidad y, principalmente, el ambiente, por ende, tienen derecho a beneficiarse de sus ganancias.

La transformación de las empresas a ser ambientalmente responsables es el escenario más prometedor para recuperar el medio ambiente. Sencillamente las organizaciones deben concebir como suyas las normativas nacionales e internacionales existentes en materia de ambiente.

La manera inmediata de que una empresa se haga “ambientalmente responsable” es por cuestiones de imagen, siempre es bueno para los grupos de interés (inversionistas, empleados y consumidores) saber que está invirtiendo, trabando o comprando en una empresa que “cuida el ambiente”; pero más allá de eso, el medio ambiente comienza a ser un factor para generar ahorros en las empresas, sí, leyó bien: “generar ahorros”; por ejemplo, ¿sabe cuánto gastó en impresiones en febrero del año pasado con relación a febrero de este año?, y si lo sabe el incremento de impresión fue, en porcentaje, mayor o menor que el incremento de su facturación, de esta forma se puede ver cómo el medio ambiente puede comenzar a generar ahorros.

Pero regresemos a la parte sustancial de este artículo; se presenta hoy día un horizonte donde la construcción de la sociedad y el ambiente que todos queremos y merecemos debe ser compartida, no sólo en el ámbito gubernamental, sino también en el empresarial.

Un sector público y privado responsable ambientalmente es, sin duda, el motor para el desarrollo económico y social sustentable. Mantener un comportamiento empresarial responsable con la sociedad y el medio ambiente se presenta inevitable para ser competitivo en este siglo, donde las expectativas de todas las partes involucradas son cada vez más exigentes.

La responsabilidad ambiental empresarial no es sólo mirar fuera de las organizaciones (dimensión externa), “ser luz de la calle y oscuridad para la casa”, sino de considerar también a sus trabajadores (dimensión interna), para que junto con ellos se desarrollen programas de uso eficiente de recursos (materias primas, energía, agua, etc.) y de esta forma cumplir dos objetivos; el primero, obtener ahorros (necesarios para mejorar rentabilidad y obtener ganancias) y, el segundo, proteger y cuidar el medio ambiente, fundamental para el desarrollo armónico de nuestra sociedad.

Fuente: Oficina Verde

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