Ciencia y tecnología

Vigilan al Volcán de Fuego en Colima

La transmisión de imágenes sobre la actividad del volcán es esencial porque permite definir con precisión las características de los eventos de tipo explosivo

moni-colimaColima, Colima.— En el Centro Universitario de Estudios e Investigaciones de Vulcanología (CUEIV) de la Universidad de Colima (Ucol) se monitorean las erupciones del Volcán de Fuego de Colima y se apoya a las autoridades tanto del gobierno estatal como el de Jalisco en cuestión de evaluación de riesgo respecto a la actividad volcánica.

“Este centro surgió en 1989 como un proyecto de investigación. En Colima existen otros fenómenos naturales que estudiamos en este centro, como los sismos, ya que vivimos en un estado en donde hay mucha sismicidad de diferentes tamaños, desde sismos de pequeña magnitud que solo pueden ser registrados por nuestras redes de monitoreo, hasta sismos importantes que han puesto en riesgo a la población en años pasados”, señaló el director del CUEIV, Raúl Arámbula Mendoza.

Además de monitorear la actividad eruptiva del Volcán de Fuego de Colima, en el CUEIV realizan investigación científica y tecnológica en la región sismo-volcánica del estado; coordinan a los distintos grupos, tanto nacionales como extranjeros, que realizan trabajos de investigación en el área del complejo volcánico de Colima, y elaboran mapas de riesgo volcánico y estrategias de prevención de desastres en colaboración con el Sistema Estatal de Protección Civil y el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

Las principales líneas de investigación son: riesgo volcánico, geología del estado de Colima y parte sur del estado de Jalisco, monitoreo geofísico, geodésico y visual, así como riesgo sísmico.

La transmisión de imágenes sobre la actividad del volcán es esencial porque permite definir con precisión las características de los eventos de tipo explosivo como dirección, altura y características. Asimismo, por medio de imágenes es posible delimitar la dirección de flujos de lava, flujos piroclásticos y lluvias de ceniza que con frecuencia se producen en este coloso.

El seguimiento de la actividad sísmica es la técnica de vigilancia de volcanes más antigua. En el CUEIV se cuenta con seis sismómetros de banda ancha operando, que son de última generación, y otros tres sismómetros, de periodo corto, que siguen funcionando y que resguardan información de la actividad del coloso de años anteriores.

Fuente: Conacyt

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