Ciencia y tecnología

Tractores confortables

El mercado de tractores en México se ha mantenido, en los últimos años, alrededor de las 11 mil unidades por año. Los conocedores consideran que la empresa John Deere absorbe alrededor de 44 por ciento; New Holland, 38 por ciento, y entre Massey Fergusson y otras marcas se disputan el resto  leer más

Para tomar la decisión de adquirir un tractor, los productores no sólo exigen innovaciones tecnológicas, sino también comodidad.

La demanda de tractores con cabina está creciendo de manera constante, por ello las diferentes marcas se adaptan a estos nuevos requerimientos de sus clientes.

Los productores buscan comodidad y seguridad, además demandan motores más eficientes, con mejor consumo de combustible, que contaminen menos. Todas las marcas están dedicadas a ofrecer estas características.

Algunas de las compañías líderes ofrecen unidades que permiten un ahorro de 20 por ciento en el uso de combustible, lo cual se refleja en el bolsillo del productor.

Jorge Aldana Cevallos afirma que el uso de la tecnología ha ido mejorando, la gente pide más comodidad. Además con la migración hay menos mano de obra en el campo, por lo que el agricultor se convierte en el mismo operador de la maquinaria –fenómeno similar a lo que ocurre en Estados Unidos– y prefiere el tractor encabinado, la comodidad.

“Ir en un ambiente cerrado, aislado, climatizado, le permite al agricultor trabajar en un ambiente muy agradable. Y si la jornada es de ocho a 10 horas, esto es una ventaja”, señala el gerente de territorio de la zona centro
de Industrias John Deere.

Por otro lado, el directivo apunta que la maquinaria procedente de China afecta a las empresas líderes, porque existe un perfil de cliente que ve en ella una oportunidad. Sin embargo, acota, hoy en día está llegando una generación de productores jóvenes que tienen su mirada en otros aspectos, no sólo la competitividad y el precio, sino una gama de beneficios y valores.

En ciertas regiones de México, como el Bajío, los nuevos productores, las nuevas generaciones, están asumiendo la responsabilidad de sus padres. Muchos son agrónomos egresados de universidades que pueden apoyar a su familia para una decisión de compra.

Innovaciones

La industria de tractores presenta innovaciones tecnológicas en diferentes ferias y exposiciones agrícolas, con las cuales los productores del campo pueden mejorar su actividad.

Una de las que más sobresale es el empleo de un sistema satelital (GPS), que permite ubicar y controlar la dirección del tractor mediante señales satelitales. Esto permite que en extensiones de terreno amplias, la unidad mantenga una vertical precisa. Tiene una suspensión nueva que permite que al estar en operación el tractor no brinque y la sensación para el conductor es como si estuviera en terreno totalmente liso.

La potencia de una unidad es variable y depende en gran parte de su tamaño. Una de las empresas ofrece hasta 165 caballos de fuerza. Es un tractor diseñado para la región del Bajío, Jalisco, Sinaloa, Tamaulipas, Sonora, y Chihuahua, principalmente, y cuesta arriba de 100 mil dólares.

Financiamiento

Para muchos agricultores, adquirir un tractor no es cosa fácil. Ante esto las empresas que comercializan tractores ofrecen planes de financiamiento. Unas cuentan con arrendadora, que ofrece crédito en forma directa, con plazos de hasta cinco años, dependiendo del tipo de tractor. Los créditos pueden ser en dólares o en pesos en el caso de las unidades importadas. El cliente puede elegir tanto el plazo como la forma de pago.

El crédito es con tasas preferenciales fijas o variables, porque se otorgan con recursos de los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) o de la propia empresa, aunque aquí se eleva un poco la tasa.

En ciertas zonas ya existe una cultura del crédito y se le da preferencia a esta opción. Por ejemplo, en la región del Bajío arriba de 50 por ciento de las operaciones de empresas como John Deere se realizan por medio del crédito; en el norte del país está cercano a 50 por ciento.

En las zonas del centro y sur la cultura del crédito está menos arraigada y es más difícil aplicar esquemas de financiamiento, por lo que la mayor parte de las operaciones se realizan por medio de créditos directos del distribuidor, ventas de contado o algún crédito a plazo corto.

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