Ciencia y tecnología

Texcoco despega al progreso

¿Se imagina usted tener que viajar dos horas desde su hogar hasta el aeropuerto para tomar un avión que lo lleve a su destino de negocios o descanso? Esta posibilidad que a muy pocos agradaría será la que seguramente favorecerá la decisión de construir el nuevo aeropuerto internacional de de México en los terrenos desecados del ex lago de Texcoco.

De acuerdo con los especialistas, una terminal aérea, para ser operativa y eficiente, debe establecerse en un rango de entre 10 y 25 kilómetro de distancia del centro de la demanda a la que responde. Este es quizás el mayor beneficio que ofrece el proyecto Texcoco para el nuevo aeropuerto.

Un aeropuerto Cerca de todos. Texcoco daría servicio a la zona más poblada del país. Ninguna gran capital en el mundo tiene esta valiosa oportunidad de ubicar un aeropuerto internacional a sólo 15 kilómetros del principal centro de demanda, lo que significaría, para los usuarios, llegar siempre rápido y a tiempo.

Aunque algunos expertos han recomendado llevar más lejos la nueva terminal aeroportuaria, habría que recordar que varios aeropuertos alternos que se han construido a más de 25 kilómetros de su centro de demanda se encuentran prácticamente en el abandono. Así sucedió en Japón y en Toronto, por lo que sería una pena hacer una inversión de este tamaño para que finalmente pocos o casi nadie la utilice por su lejanía y falta de operatividad.

Otro factor determinante del proyecto Texcoco es la comodidad que ofrece al concentrar en un solo sitio todos los servicios, todas las operaciones aeroportuarias, lo que agilizará el tráfico nacional e internacional y brindará un servicio de calidad para todos los mexicanos.

Texcoco crecerá para satisfacer las necesidades presentes y futuras, gracias al espacio disponible a su alrededor, duplicará el número de vuelos y operará con tres pistas en paralelo, e incluso con la posibilidad de llegar a cuatro pistas. Se acabarían entonces los largos vuelos de espera para poder aterrizar o despejar como sucede actualmente en el aeropuerto capitalino.

Lejos de las opiniones hechas a la ligera, la construcción del nuevo aeropuerto internacional en el ex vaso de Texcoco tendría un impacto ecológico positivo, ya que permitiría acelerar el rescate de esta región con el establecimiento de reservas para la fauna local y la reforestación de 70 por ciento del terreno que utilizará.

Adicionalmente, la rehabilitación de ocho mil hectáreas del lago de Texcoco hará posible la recarga del subsuelo del Valle de México y evitará con ello los hundimientos.

La construcción del aeropuerto internacional México significa un impacto positivo de tipo social para esta región, pues traería consigo la creación de servicios hospitalarios y educativos, parques, así como programas de mejoramiento de barrios y la conservación de los sitios históricos de la zona. Simultáneamente se ampliarían las vías de acceso ya existentes, mediante nuevas arterias y se modernizarán integralmente los sistemas de transporte disponibles.

Sin lugar a dudas la construcción de esta terminal aeroportuaria promoverá el desarrollo económico. Su ubicación en una zona estratégica del país impulsará las exportaciones y el comercio, generará un enorme flujo de inversión y plusvalía a la zona, y creará miles de fuentes de empleo durante su construcción y en su operación.

El proyecto Texcoco es muy cuidadoso de satisfacer las normas internacionales de la aeronáutica. Se edificará en un terreno plano y despoblado, sin obstáculos geográficos que limiten su operación. Su orientación respecto a los vientos es favorable y dispondrá de avanzada tecnología.

Las casi 14 mil hectáreas de terreno que se emplearían para la construcción del aeropuerto significarían el aprovechamiento de terrenos improductivas, lo que permitiría rehabilitar una propiedad federal, sin afectar zonas urbanas o agrícolas, además de que este importante predio quedaría protegido de manera natural contra la invasión de predios.

Por estas razones Texcoco representa, sin lugar a dudas, la inversión más rentable, ya que se aprovecharía en su totalidad la actual infraestructura aeroportuaria y, paralelamente, el proyecto animaría el arribo de nuevos capitales productivos.

Comparativamente, construir el aeropuerto internacional en Texcoco sería más financiera que edificar una nueva línea del metro, además de que representaría menor inversión económica y de tiempo para los futuros usuarios. ¿Para qué ir más lejos? Texcoco es la mejor opción.

Por otra parte, en el área metropolitana es necesario buscar nuevas formas de recuperación y de respeto a las condiciones ecológicas de las diferentes zonas.

Las autoridades mexiquenses ya están trabajando sobre la infraestructura económica ya existente, con el propósito de mejorarla y establecer una serie de comunicaciones nuevas. La idea central es crear una red vial que dé acceso al posible aeropuerto de Texcoco, pero sin cruzar por el Distrito Federal.

Texcoco es la mejor opción para este nuevo aeropuerto, ya que se están planteando soluciones reales de vialidad, como el proyecto de aumentar a ocho carriles la vía Peñón-Texcoco, ampliar la Línea B del metro. En síntesis, crear un circuito perimetral que ofrezca vialidad a los cuatro puntos cardinales de la región.

Estas proyecciones están avaladas por la empresa Mitre, que es el centro internacional de investigación más importante en materia de ingeniería aeroportuaria,  en la que convergen requerimientos de ASA, y en las que se está de acuerdo en tener tres pistas de aterrizaje simultáneas.

En cuanto a aspectos urbanos, se plantea el crecimiento de la zona norte y oriente de las áreas aledañas al lago, con la puesta en marcha programas de ordenación, crecimiento modular y aunque el aeropuerto actual sí dejaría de funcionar, este podría convertirse en alameda, con zona arbolada y de esparcimiento, además de construcción de hoteles y servicios en general.

Otro argumento a favor de éste proyecto, es que el aeropuerto de Texcoco se encontraría más cerca del Distrito Federal, a diferencia del de Tizayuca y el primero recibiría vuelos nacionales e internacionales. Tizayuca tendría dos pistas y únicamente recibiría vuelos locales.

Proyecto integral que respeta el ambiente

En relación con las consideraciones ambientales, la Secretaría de Ecología del Estado de México pone en marcha programas para mitigar las emisiones de partículas suspendidas en el Valle, resuelve puntualmente las inundaciones que se presentan en algunos cuerpos de agua, mediante capas de regulación con utilización de sistemas de agua adecuados.

Al evitarse las inundaciones, se incrementa la tasa de evaporación, aumenta la humedad relativa y disminuyen los niveles de ozono troposférico y de partículas suspendidas, lo cual no impide preservar la flora y la fauna. Asimismo se han incrementado las formaciones de barreras forestales, que sirven de rompevientos y con las que se evitan las tolvaneras, y se ha contrarrestado la salinidad del suelo y se ha desolvado el lago Churubusco.

Mitre recomendó al gobierno mexicano que la construcción del nuevo aeropuerto internacional se haga lo más pronto posible en el ex lago de Texcoco, Estado de México. Según los técnicos de este organismo estadounidense (con sede en Virginia) consideran que la zona de Texcoco como la única alternativa flexible y de largo plazo para la realización de la obra.

La alternativa en Texcoco proveería una solución de largo plazo para el crecimiento del tránsito aéreo de la capital, sin causar trastornos significativos a las aerolíneas y al público en general, afirma el estudio elaborado por Bernardo Lisker Melman, director del proyecto, y William J. Swedish, coordinador técnico. El Centro para el Desarrollo de Sistemas Avanzados de Aviación, dependiente de Mitre, fue el que llevó a cabo los trabajos de investigación mediante una revisión de factibilidad técnica aeronáutica en áreas disponibles y consideró la demanda operacional hasta los estudios de impacto ecológico.

De hecho, en el estudio se evaluaron cuatro lugares para construir la terminal aérea. Estos fueron: mejoras al aeropuerto actual, el área adyacente donde se ubican rellenos sanitarios, el ex lago de Texococo y las inmediaciones del pueblo de Zapotlán, en Hidalgo. Después de tres años de análisis, los especialistas desecharon las dos primeras opciones por no ser factibles desde el punto de vista operacional en el largo plazo.

La opción Zapotlán fue considerada viable, pero con el inconveniente que forzaría el cierre de la Base Aérea Militar de Santa Lucía, considerada la más importante del país.

Según las autoridades del Estado de México, Mitre es un centro de investigación avanzada sobre ingeniería de sistemas aeroportuarios, que sin fines de lucro, opera principalmente en Estados Unidos.

El centro funciona como una estructura de supervisión gubernamental estricta y según sus propios estatutos, éstos aseguran que pueda prestar asesoramiento técnico libre de conflicto de interés. Conforme a su acta constitutiva, Mitre tiene como objetivo central el trabajar a favor del interés público, fuera de toda relación comercial. Los más de 4 500 ingenieros y otros profesionales que pertenecen a Mitre, no pueden aceptar contratos con empresas privadas y dan asesoría a más de 11 países.

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