Ciencia y tecnología

Sincrotrón mexicano, cada vez más lejos de la realidad

Para construir un sincrotrón en México se requiere entre 500 y mil millones de dólares en una inversión dividida a lo largo de siete años

sincroton-mexicanoDesde 2015 existe un informe ejecutivo en el Senado, en aquel momento varias comisiones promovieron un acuerdo para exhortar a la Cámara de Diputados a incluir una partida presupuestal para este proyecto. La tecnología permitiría hacer investigación incluso en temas de seguridad nacional, como el caso de prevención de sismos, sin embargo, aún no hay respuesta.

Entre las 15 economías más grandes del planeta, México es el único país que no cuenta con un sincrotrón, que es un aro capaz de generar una luz mil veces más intensa que la luz del sol. Con esa luz es posible activar supermicroscopios que, por ejemplo, México ya tuvo que contratar en 2010 para identificar al virus que provocó el brote epidémico de la influenza AH1N1. Pero, además, un sincrotrón también podría ayudar a identificar con anticipación movimientos de la corteza terrestre que desembocan en sismos, entre otras tareas.

A pesar de que este proyecto ha sido impulsado desde hace más de diez años por físicos mexicanos, y aun cuando hace dos años y nueve meses se concluyó y entregó el proyecto ejecutivo pagado con 5.5 millones de pesos por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el gobierno del estado de Morelos y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hasta la fecha no hay una instrucción oficial para que se apruebe o deseche el proyecto.

En una descripción poco ortodoxa, para entender qué es un sincrotrón, hay que imaginar un terreno un poco mayor a cuatro canchas de futbol; ahí dentro hay una construcción circular o un gran tubo que, cerrado, mide 500 metros de circunferencia.

Dentro de ese anillo de 500 metros se disparan, con equipos especiales, millones de electrones de alta energía que viajan constantemente a una velocidad cercana a la velocidad de la luz (casi 300 mil kilómetros por segundo). En ese estado, los electrones comienzan a emitir una luz mil veces más intensa que la luz del sol. Así, se genera la luminosidad más intensa y estable que hasta hoy se puede producir en un laboratorio en el mundo.

Para tener la imagen completa hay que decir que en el sincrotrón, al centro está el anillo de luz y alrededor hay diferentes laboratorios que extraen la luz y la usan en cientos de procesos científicos y tecnológicos diferentes.

En el mundo hay 60 sincrotrones en 24 países. El 90 por ciento de los estudios que se realizan tienen que ver con investigación aplicada en farmacología, minería, genómica.

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