En una ciudad agobiada todos los días por congestionamientos, contaminación y accidentes ocasionados por el parque vehicular, el Día Mundial sin Auto constituye una oportunidad para plantear la existencia de otras opciones de transporte, expusieron ciclistas y ambientalistas. El jueves 22 de septiembre se festeja el Día Mundial sin Auto, y ciudades de todo el mundo cierran zonas a donde sólo se entra a pie, en bici o los transportes que no contaminan. Faltan condiciones para realizar un cierre generalizado de vialidades en día hábil, pues el Día Mundial sin Auto es el jueves 22, expuso Bernardo Baranda, del Centro de Transporte Sustentable, pero realizar cierres en domingo al tránsito vial alrededor del Zócalo y los centros de las delegaciones es un buen punto de partida. «Si decidieran cerrar Insurgentes o Paseo de la Reforma, las autoridades verían que con una buena organización no pasa nada; al contrario, la gente recibiría muy bien la idea de transformar por un día espacios públicos para concientizar sobre alternativas sustentables al automóvil», subrayó Baranda. Para Tania Mijares, del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, la ocasión sirve también para recordar a las autoridades del transporte que las concesiones a microbuses, camiones y taxis están sumergidas en la corrupción, por lo que unidades con aprobación inexplicable en el trámite de la revista y choferes agresivos ofrecen un servicio deficiente al público. Carlos García Robles, de la organización Ambientalista, comentó que las calles y las ciudades fueron concebidas para la circulación de las personas, pero el auto causa graves trastornos en la década reciente, debido a su multiplicación y circulación sin control en las vialidades. El desarrollador de ciclovías en parques nacionales de Estados Unidos, Mark Weaver, mencionó que en Michigan, donde residen las grandes compañías automotrices, ahora hay un movimiento de organizaciones civiles para crear senderos para la bicicleta. Fuente: Reforma
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