Ciencia y tecnología

Rapidez, economía y eficiencia, fundamentales en los procesos de restauración de suelos

Un árbol de decisiones es una herramienta que Pemex está utilizando para tomar mejores y más razonables decisiones en cuanto a la remediación de suelos se refiere. Este instrumento ayuda a la selección de la tecnología que será la más adecuada para una restauración, después de analizar un número muy amplio de variables.

En términos generales, las nuevas afectaciones a los suelos se deben a derrames accidentales en ductos y esto ocurre por fallas en los materiales utilizados o en la operación, condiciones climatológicas anormales, por vandalismo y tomas clandestinas.

Existen en el mercado cerca de 40 tecnologías disponibles para restaurar suelos contaminados con algunos de los diez grupos de productos más comunes de Pemex y, por lo tanto, hay más de 400 opciones por analizar. Una primera consideración consiste en que la tecnología deberá ser la más rápida, económica y eficiente para restaurar el suelo en las condiciones que fije la norma.

Los tratamientos pueden ser in situ o ex situ y los procesos se dividen en biológicos, físicos, químicos o térmicos, o bien, una combinación de ambos. Entre los factores específicos que se deben considerar, está el tiempo transcurrido desde que ocurrió la afectación del suelo. Éste puede ser menor a 90 días, entre 90 a 180, de 181 a 360 y mayor a 360 días.

El producto específico que está afectando el suelo es otro factor que debe considerarse. Los productos más comunes son gasolina, solventes sin Btex, turbosina, diesel, combustóleo, petróleo crudo ligero y petróleo crudo pesado. La concentración del producto en el suelo, el volumen del suelo afectado y si el producto se encuentra libre o no, son también variables por considerar.

Los expertos de Pemex señalaron, en las conferencias realizadas en el World Trade Center de la ciudad de México, durante la exposición denominada Enviropro en septiembre pasado, que las características del suelo son un factor muy importante para la toma de decisiones. El suelo puede ser homogéneo o puede estar constituido por roca fracturada, por material estratificado o material heterogéneo.

Objetivos ambientales

Todo proceso de restauración debe tener como objetivos primordiales el reducir al máximo o eliminar cualquier riesgo a la salud humana o daños al ecosistema. En este sentido, se debe cumplir con la norma NOM-EM-138-ECOL-2002. Se debe recuperar el producto hasta donde sea posible, evitar la transferencia de contaminantes del suelo hacia otros medios como aire o agua, minimizar o evitar la producción de residuos, emisiones o descargas durante la restauración, hacerla en el menor tiempo posible y minimizar los costos.

Cada aplicación tecnológica dependerá del uso que se le ha dado al suelo. Éste puede ser agrícola, forestal, de conservación, área natural protegida, residencial, industrial o comercial. La ubicación de la contaminación puede ser en terreno abierto o debajo de edificaciones.

Otros aspectos fundamentales por considerar son la profundidad de la contaminación y del nivel freático, así como el hecho de que existan barreras entre la contaminación y el agua subterránea. También se debe tomar en cuenta si existen limitantes para la actividad de microorganismos o plantas, y si pueden corregirse o no, si hay sustancias tóxicas como son los metales, si falta nitrógeno o fósforo, si el pH es inadecuado, si falta agua y si existen sales solubles.

Un material contaminado afecta la selección de la tecnología, ya que si éste no es muy permeable, la extracción de volátiles no sirve. Asimismo, un contaminante tiene diferente comportamiento y depende también del material al que contamina. Por ejemplo, una sustancia puede que no se absorba en arena, pero sí en arcilla.
Las características del material contaminado afectan al tiempo necesario para la restauración. Por ejemplo, una reducción en la concentración libre de los contaminantes, como puede ser la adsorción en el suelo, puede reducir la velocidad de degradación y aumentar el tiempo para limpiar el suelo.

Por último, el tiempo disponible afecta al costo. Es decir, si se cuenta con mucho tiempo, puede utilizarse un método más lento, pero mucho más barato y las características de los contaminantes afectan el tiempo necesario para limpiar el suelo. Por ejemplo, degradar gasolina es mucho más rápido que degradar combustóleo.

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