Conocida como el reverso de la materia, se produce en cantidades muy pequeñas
Teorema Ambiental/Redacción
La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en francés), ubicado a apenas seis kilómetros de la ciudad de Ginebra, Suiza, es el único lugar del mundo con una fábrica de antimateria (que produce antiátomos).
Además, es un espacio de investigación donde conviven miles de científicos de todo el mundo, que han realizado proyectos como el del Gran Colisionador de Hadrones, donde se ha investigado el origen del universo.
En la fábrica de antimateria se producen antihidrógenos a partir de antiprotones y antielectrones. Estos elementos son los primeros agregados de antimateria atómica que permiten, de manera controlada, estudiar el comportamiento de esta “otra” parte de la materia.
Un antiátomo de hidrógeno equivale en antimateria al arreglo más sencillo y familiar a nosotros llamado hidrógeno. El átomo lleva un protón en el núcleo y un electrón girando en su derredor, el antiátomo tiene un antiprotón y un antielectrón que se forman de la misma manera.
La generación de antimateria descompuesta en antipartículas de todo tipo es común en los aceleradores del mundo que estudian el comportamiento microscópico de la naturaleza.
El Gran Colisionador de Hadrones produce antimateria en los choques de protones contra protones y iones de plomo. Los experimentos dedicados a la antimateria en el CERN están enfocados en la construcción de antiátomos y su conservación por tiempos largos.
Aunque la antimateria se desvanece casi instantáneamente al encontrarse con la materia, se ha logrado conservar un poco de la sustancia en una botella. Se debe evitar que la sustancia toque las paredes porque al hacerlo se aniquila produciendo luz. Por eso se utilizan campos eléctricos y magnéticos que la mantienen suspendida.
Este año se dio inicio a un proyecto de desarrollo tecnológico para construir una “trampa portátil”, capaz de capturar mil millones de antiprotones y guardarlos por varias semanas. Para esto se necesita un recipiente a -270 °C y con alto vacío. Se quiere llevar estos antiprotones en flete varios metros para ser usados en investigaciones científicas en un laboratorio aledaño.
Se espera que para 2022 se consigan las primeras mediciones de los experimentos que harán uso de la “antimateria para llevar”.
Más allá de la imposibilidad de tenerla, la antimateria es hoy, la sustancia más cara del mundo. Unos mil millonésimos de gramo de antimateria en la forma de antihidrógenos costarían algunos cientos de millones de dólares.
