Ciencia y tecnología

Potasio contra el estrés de plantas

La obtención de híbridos y el empleo de técnicas modernas para desarrollar nuevas variedades han permitido el incremento de rendimientos considerables en maíz.

Sin embargo, no basta con una buena semilla, ya que el cultivo requiere nutrientes que deben ser proporcionados mediante un adecuado programa de fertilización. Éste debe ser balanceado y tomar en cuenta que la planta requiere nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), magnesio (Mg) y azufre (S).

Uno de los elementos que más ayuda al desarrollo de la planta es el potasio, toda vez que estudios realizados en zonas maiceras demuestran que una adecuada cantidad de éste ayuda a la planta a resistir mejor el estrés ocasionado por sequía, altas temperaturas, enfermedades e insectos.

Los especialistas refieren que las plantas que tienen alto contenido de potasio, requieren menos agua para lograr incrementos productivos. Las respuestas del cultivo a la fertilización con K son a menudo más altas cuando el agua es deficiente o excesiva.

La fertilización debe balancearse con nutrientes como el Mg y el S, ya que éstos resultan clave para que la planta logre mayor eficiencia en el uso del agua.

Los especialistas han realizado pruebas de campo comparando la fertilización tradicional con la fertilización balanceada, en una localidad de Jalisco, y observaron un incremento muy importante en las utilidades generadas cuando se utilizó más K, Mg y S.

En localidades de agricultura de temporal del sureste mexicano, donde predominan los suelos ácidos y arenosos, los rendimientos sin fertilización balanceada normalmente fluctúan entre 800 y 1,500 kg por hectárea de grano. Con adiciones de cal agrícola dos meses antes de la siembra y una fertilización balanceada con K, Mg y S aplicada a la siembra o en la primera escarda, se logró incrementar los rendimientos hasta en cuatro mil kilogramos por hectáreas.

Adaptarse a las necesidades

Cada cultivo, en cada zona o condición agroclimática determinada,
presenta un potencial de producción distinto. No se requerirá de la misma cantidad de nutrientes en un cultivo bajo riego, usando semillas mejoradas, que lo que absorbe el mismo cultivo bajo condiciones de temporal, usando semillas criollas de bajo potencial genético.

La recomendación racional de fertilizante debe, por lo menos, reponer los nutrientes que se extraen de las parcelas, en la parte de la planta que se saca del campo después de la cosecha. Además, la fertilización balanceada debe incluir la reposición de los nutrientes, de acuerdo con una cantidad específica, para mantener las proporciones adecuadas de nutrientes en el suelo, que facilite la asimilación de nutrientes por las plantas y que busque incrementar la fertilidad y productividad del suelo.

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO