Ciencia y tecnología

Plásticos para invernaderos

Los avances tecnológicos de los últimos años permiten disponer de una amplia gama de protección para los cultivos con diferentes tipos de películas plásticas. Con una buena selección del material se pueden lograr buenos resultados y reducir los riesgos de inversión.

En lo que se refiere a invernaderos, existe un amplio abanico para elegir el plástico más adecuado para el caso particular de cada cultivo.

Para escoger la cubierta plástica adecuada en un invernadero, es necesario tener en cuenta la situación geográfica, las temperaturas máxima y mínima, las posibilidades de heladas, el régimen de vientos, la humedad relativa, el régimen de lluvias, la radiación solar y ante todo, los requerimientos climáticos de la especie que se va a sembrar.

El factor más importante que debe controlarse dentro de un invernadero es la temperatura, por lo tanto, el plástico debe tener propiedades que brinden una temperatura ideal cuando es necesario y propiedades termorreguladoras para limitar las oscilaciones térmicas.

La cubierta ideal debe bloquear la radiación ultravioleta (UV) propuesta; retener la energía calorífica generada por las radiaciones que emanan del suelo y de las plantas; eliminar los problemas que se derivan de la condensación; tener alta resistencia al rasgado y al envejecimiento; poseer propiedades coestabilizantes (resistencia a la acción de pesticidas e insecticidas); brindar buena transmisión global de luz visible; permitir buena difusión para homogeneizar la distribución de la luz y reducir las sombras.

Así también debe contar con propiedades fotoselectivas para bloquear la presencia de insectos, virus y hongos; disponer de una capa de antiadherencia al polvo y contar con larga duración.

La administración de la luz mediante la tecnología del plástico contribuye de manera muy positiva en la sanidad vegetal, ya que con la aplicación de filtros fotoselectivos se modifica tanto la cantidad como el rango de luz solar, y la calidad o duración de la misma, provocando ambientes en los que se reduce de modo sustantivo la presencia de insectos y, por tanto, de la contaminación por virosis. La fotoselectividad es empleada también en el control de patógenos al bloquear las radiaciones que favorecen la germinación de esporas.

Plásticos estabilizantes

Los plásticos para invernaderos deben tener estabilizantes para impedir su degradación por el efecto de la luz ultravioleta. La duración de la lámina depende, en gran medida, de la dispersión homogénea de los aditivos.

Los estabilizantes pueden ser tipo ni/benzofenona (níquel), los cuales le dan apariencia amarillo verdoso; o basados en láminas impedidas (Hals), con las que los filmes presentan una apariencia blanco traslúcido.

Duración

La duración es uno de los aspectos que más interesa y preocupa a los usuarios. Ésta, en gran medida, se deriva de los estabilizantes, y depende también de la materia prima con que esté fabricada, así como del sistema de extrusión empleado.

Luminosidad

Las plantas dependen de la energía solar para el funcionamiento de su complejo proceso fotosintético y los plásticos deben tener las propiedades de permitir que a ellas llegue la cantidad y calidad de luz que les favorece; en consecuencia, los plásticos para invernaderos deben tener buena transmisión global de luz visible, poder de difusión de luz (eliminación o reducción de sombras) y antiadherencia al polvo.

Aspectos para elegir un plástico

• Resistencia al rasgado.
• Resistencia al envejecimiento.
• Flexibilidad.
• Ciclos agrícolas que cumplen.
• Propiedades “coestabilizantes”. (resistencia a la acción de pesticidas e insecticidas)

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