Ciencia y tecnología

Plásticos frutales, nueva fuente de películas biodegradables

El proyecto inició usando cáscara de manzana, tuna, plátano; ahora experimenta con cítricos como naranja, toronja y limón

plasticos-frutalesCon el fin de conseguir vías alternas que permitan la utilización de polímeros que tengan menor impacto en el ambiente, investigadores del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) desarrollan un nuevo sistema de obtención de películas biodegradables recuperando materiales de desecho de la misma industria alimenticia.

Por medio de la aplicación de la ciencia básica interdisciplinaria como la bioquímica, microbiología y la química para generar procesos con aplicación real a la industria, este trabajo corre a cargo de los investigadores Aurora Valdez Fragoso y Hugo Mújica Paz quienes han desarrollado películas biodegradables a partir de la cáscara de cítricos.

Este trabajo tiene más de 15 años de desarrollo y todo comenzó con la idea de generar productos que pudieran dejar la menor cantidad de residuos que perjudiquen el entorno, pues los empaques que actualmente se utilizan están fabricados con polímeros sintéticos que no se degradan y generan grandes cantidades de basura.

Se propone reducir el uso del plástico común, por lo que se volteó a ver a la industria de los procesadores de fruta que generan una gran cantidad de residuos, en ellos existen biopolímeros que se extraen y se aprovechan para la elaboración de estos productos.

“Visitamos una juguera que está cerca de la ciudad de Monterrey donde procesan alrededor de mil toneladas de naranja que equivalen a 500 toneladas de cáscara que se pueden utilizar, de ahí obtenemos la materia prima”, comentó Hugo Mújica.

De acuerdo con los especialistas, estos desechos tienen otros componentes funcionales que se desperdician, y en vista de la enorme cantidad que se genera decidieron aprovecharlos y desde hace varios años se dedican a la fabricación de películas biodegradables a partir de cáscara de manzana, tuna, plátano y, más recientemente, a partir de cítricos como naranja, toronja y limón.

“Nos hemos dado cuenta que la mayoría de los artículos y materiales que tenemos son de plástico, son mucho más resistentes, y por lo tanto, generan una gran cantidad de desechos”, explicó Aurora Valdez.

Los investigadores buscan que la población pueda tener productos estables por mayor tiempo, tomando materiales de desecho orgánicos como la cáscara de cítricos que comúnmente no tiene valor y representa un problema de contaminación pero que ahora genera un nuevo material biodegradable para envasado.

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