Ciencia y tecnología

Pájaros cantores aprenden gramática

Un grupo de investigadores de la Universidad de California en San Diego enseñó a un grupo de pájaros llamados estorninos (Sturnus vulgaris) a diferenciar entre una oración cantada y otra que intercala un contenido distinto.

El estudio, encabezado por el psicólogo Timothy Gentner y que se publica hoy en la revista Nature, demuestra que la gramática no es una destreza exclusiva del ser humano.

“Es un trabajo excelente. Significa que nuestra capacidad de lenguaje se extiende a otras especies muy distantes del ser humano”, comentó Ranulfo Romo Trujillo, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM.

Gentner hizo unos 15 mil intentos de adiestramiento, usando alimentos como recompensa, a fin de que las aves reconocieran la gramática más elemental.

En el experimento, nueve de cada 11 pájaros cantores examinados escogieron una melodía con frases insertadas alrededor del 90 por ciento de las veces. Esto implica que sólo dos de los 11 pájaros fallaron en gramática.

“Quedamos asombrados de que los pájaros pudiesen hacerlo tan bien como lo hicieron”, señaló Gentner.

El psicólogo adiestró a las aves usando tres botones que colgaban de una pared. Cuando el pájaro tocaba el botón con su pico, interpretaba diferentes versiones de melodías que el científico generaba, algunas con cláusulas insertadas y otras sin ellas.

Si la melodía seguía cierto patrón, los pájaros debían volver a golpear el botón nuevamente con sus picos. Si seguían un patrón diferente, no debían hacer nada. Si los animales reconocían el patrón correcto, eran recompensados con comida.

“El canto de los pájaros ha sido utilizado como un modelo experimental para estudiar el lenguaje y la comunicación entre los animales. Desde hace tiempo llama la atención que algunos pájaros puedan repetir el lenguaje humano, pero la pregunta clave es si hay un entendimiento de lo que repiten.

“Lo que demuestra este trabajo es que estos pájaros tienen la capacidad de entender el concepto”, comenta Romo, miembro de El Colegio Nacional.

Para el neurofisiólogo, el estudio demuestra que “nuestra capacidad de lenguaje, basada en el orden temporal, puede generalizarse a otras especies”.

Si bien muchos animales puede rugir, cantar, gruñir o hacer otros ruidos, los lingüistas han señalado que la clave para distinguir la capacidad de poseer un lenguaje es usar la gramática.

Frases que contienen una cláusula explicativa son algo que los seres humanos pueden reconocer, pero no se sabía que pudieran hacerlo otras especies animales.

Hace dos años, un equipo de investigadores intentó que monos titíes reconocieran ese fraseo, pero fracasaron. Los resultados fueron vistos como una confirmación de la teoría del lingüista Noam Chomsky de que la “gramática recursiva” (una gramática capaz de generar un conjunto potencialmente infinito de expresiones) es algo que sólo poseen los seres humanos y es la clave para facilitar el aprendizaje de un lenguaje.

Para Romo, Premio Nacional de Ciencias y Artes 2000, “el estudio de Gentner abre un campo inmenso como modelo animal para entender el sustrato cerebral que sustenta al aprendizaje perceptual de la gramática, que es el habla”.

Romo explicó que investigaciones previas en cerebros de pájaros cantores han identificado, en las neuronas, los sitios donde se pueden representar los cantos de otros pájaros.

“Pero estas actividades relacionadas con el entendimiento de lo que las aves repiten no se sabía, esto es lo más notable”, destaca.

Romo considera que el trabajo conductual de Gentner podría profundizarse estudiando el cerebro de estos pájaros.

“Buscar cómo sucede este proceso de lenguaje a nivel neuronal creo que es el paso siguiente”, señaló.

Fuente: El Norte

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