Ciencia y tecnología

Observatorios de México

México cuenta con tres grandes observatorios: el Observatorio Astronómico Nacional San Pedro Mártir, el Gran Telescopio Milimétrico (GTM) Alfonso Serrano y el proyecto HAWC, que estudian el visible infrarrojo, longitudes de onda milimétrica y los rayos gamma, respectivamente

observatorios-mexicoCiudad de México.— La astronomía en México es un área que va tomando cada vez más relevancia en el ámbito mundial. Los observatorios y telescopios ubicados en territorio nacional son evidencia de esto, señalaron expertos en un panel dentro del Segundo Coloquio Internacional de Astronomía “Universo y Sociedad” (CIAUS).

“Del total de artículos de astronomía que se producen en todo el mundo, 2.1 por ciento tiene como uno de los coautores a un mexicano. Somos alrededor de 250 astrónomos en el país y hacemos astronomía de muy alta calidad; lo que nos hace falta son instrumentos e inversión”, sentenció el doctor Luis Corral Escobedo, investigador del Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).

El investigador comentó que debido a que la astronomía es una ciencia meramente observacional —que no permite realizar en un laboratorio experimentos como otras ciencias—, es imperativo que se invierta en infraestructura que permita realizar, integrar y entender estas observaciones.

Destacó la participación de México dentro del Gran Telescopio Canarias (GTC), a través de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE). Sin embargo, los costos y tiempos de traslado hacia las islas Canarias, donde se ubica este instrumento, hacen patente la necesidad de contar con infraestructura en territorio nacional, consideró el experto.

México cuenta con tres grandes observatorios: el Observatorio Astronómico Nacional San Pedro Mártir, el Gran Telescopio Milimétrico (GTM) Alfonso Serrano y el proyecto HAWC, que estudian el visible infrarrojo, longitudes de onda milimétrica y los rayos gamma, respectivamente.

Algunos de los lugares en el mundo considerados como privilegiados por sus condiciones geográficas y atmosféricas para hacer observaciones astronómicas se encuentran en Chile, Sudáfrica, Hawái, las islas Canarias y México, específicamente en la península de Baja California. Es ahí, aproximadamente a cuatro horas de Ensenada, donde se ubica el Parque Nacional San Pedro Mártir. En esta sierra, situada a dos mil 830 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), operado por el Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM y se compone de tres telescopios, cuyos diámetros son de 2.1, 1.5 y 0.84 metros.

Es aquí donde se instalará el Telescopio de San Pedro Mártir (TSPM), un telescopio óptico infrarrojo de 6.5 metros de diámetro que será utilizado en la investigación en astronomía planetaria, galáctica y cosmología, así como en el estudio del cielo variable y grandes catastros astronómicos, según señaló el doctor Fabián Rosales Ortega, director científico del TSPM.

El también investigador del INAOE, especializado en la evolución química de las galaxias, añadió que además se aprovechará la infraestructura ya existente en el Observatorio MMT, localizado en Arizona, el cual consta de un espejo de 6.5 metros de diámetro.

El proyecto inició en 2012 y será una empresa binacional entre México —representado por el INAOE, el IA de la UNAM, la Universidad de Sonora y la UdeG— y Estados Unidos —a través de la Universidad de Arizona y el Observatorio Astrofísico Smithsoniano de la Universidad de Harvard.

Infraestructura mexicana: el GTM y HAWC

El Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano, ubicado en la cima del volcán Sierra Negra en el estado de Puebla, a una altitud de cuatro mil 600 metros, es considerado el telescopio más grande del mundo con sus 50 metros de diámetro, aunque al momento opera con 32.

El doctor Miguel Chávez Dagostino, director científico del GTM, compartió que este instrumento está activo desde 2014 y contó con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para su construcción y puesta en marcha.

“El GTM detecta fotones y longitudes de onda de 1.1 y tres milímetros. Es un proyecto binacional entre Estados Unidos y México; por el lado de México, liderado por el INAOE y por el lado de Estados Unidos por la Universidad de Massachusetts”, dijo.

Asimismo, añadió que este telescopio trabaja en la observación y estudio de los procesos físicos que controlan la formación y evolución de sistemas planetarios, estrellas, hoyos negros y galaxias del universo.

En un futuro, el doctor Chávez Dagostino gustaría de ver que el GTM participe en colaboración con misiones espaciales para encontrar vida extraterrestre. Una de estas misiones, planeadas para 2031, es el estudio de Encélado, uno de los satélites de Saturno caracterizado por la presencia de géiseres en uno de sus polos, que significaría la presencia de un océano subsuperficial de agua.

También en la Sierra Negra de Puebla, 400 metros debajo de donde está el GTM, se encuentra el observatorio de rayos gamma HAWC (acrónimo de High Altitude Water Cherenkov). Este instrumento, a diferencia de los anteriores, no se vale de espejos y antenas para funcionar. En cambio, se compone de 300 tanques de siete metros de diámetro y 4.5 metros de altura que contienen 180 mil litros de agua ultralimpia.

Fuente: Conacyt

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