Ciencia y tecnología

NASA anuncia misión a Encélado en busca de vida extraterrestre

Esta luna de Saturno tiene características que podrían favorecer el desarrollo de la vida y no se ha investigado lo suficiente

Teorema Ambiental/Redacción

Washington, DC, EEUU, 12 de octubre de 2020.— Encélado, una luna de Saturno, es una de las grandes misiones pendientes para la investigación espacial, debido a que desde hace décadas los astrónomos estiman que cumple con condiciones propicias para el desarrollo de vida.

Por ello, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) informó que organiza una misión que puede funcionar como orbitador y módulo de aterrizaje para buscar vida extraterrestre albergada por el satélite vecino.

La nave espacial Cassini de la NASA dejó un legado de descubrimientos cuando terminó su misión en 2017, luego de 13 años. Uno de los mayores hallazgos fue el de un océano subterráneo que descarga agua al espacio, aunque su superficie está helada.

Las fisuras que tiene en el polo sur tienen temperaturas lo suficientemente cálidas como para sugerir que el núcleo de la luna calienta el océano. En la Tierra, lugares similares llamados respiraderos hidrotermales son puntos críticos para la vida, concluyen los investigadores.

Científicos e ingenieros del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins en Maryland desean hacer investigaciones in situ y han presentado su proyecto de misión Orbilander.

“Sabemos que hay un océano subsuperficial y tenemos todas las razones para sospechar que es habitable. Tenemos la tecnología para ir y probarlo, gracias a las plumas de agua”, dijo Shannon MacKenzie, autora principal del estudio del concepto de la misión Orbilander.

Orbilander es un concepto de misión insignia que se está estudiando para un informe elaborado por la comunidad el cual se presenta cada diez años para orientar las prioridades de la misión de la NASA, su presupuesto estimado es de dos mil 500 millones de dólares.

La misión contempla orbitar esta luna durante aproximadamente 200 días, una tarea nada sencilla por la presencia del campo de gravedad gigante de Saturno al lado. Para ello, se planea hacer maniobras de mantenimiento de la estación desarrolladas para otras misiones y elegir trayectorias orbitales que equilibren la salud de la nave espacial con el retorno científico.

Gran parte del tiempo en órbita se dedicará a buscar el lugar adecuado para aterrizar. A pesar de la extensa vigilancia, no hay suficientes datos topográficos de alta resolución disponibles para el polo sur de Encélado.

Una vez que se encuentra una ubicación, Orbilander se pondría de lado y se convertiría en un módulo de aterrizaje. Dos fuentes de energía nuclear mantendrán a Orbilander en funcionamiento durante un año y medio.

El módulo contendrá un conjunto complejo de instrumentos para determinar si el agua de Encélado tiene una mezcla de sustancias químicas propicias para la vida tal como la conocemos, y buscaría aminoácidos, lípidos y células. Los instrumentos incluyen espectrómetros de masas para pesar y analizar moléculas, un sismómetro, un microscopio y un secuenciador de ADN, así como cámaras, sondas de radar y un altímetro láser.

Los géiseres de Encélado son lugares ideales para tomar muestras del agua sin tener que perforar la superficie. Orbilander no solo accederá a las columnas volando a través de ellas en órbita, sino que también capturará el material de las columnas que caen a la superficie después de que la nave aterrice.

Pero el módulo no se lanzará sino hasta 2038 y llegaría a Encélado hasta al menos 2050, cuando el polo sur de Encélado esté a la luz del sol.

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