Ciencia y tecnología

Mexicanos integraron equipo que secuenció el genoma del ajolote

Con este avance se prevé que más grupos de estudio a nivel mundial investiguen su capacidad regenerativa y en un futuro se creen terapias para humanos y animales

Teorema Ambiental/Redacción

genoma-ajoloteLos ajolotes son un modelo animal muy estudiado por su capacidad para regenerar partes de su cuerpo (patas, cola, médula espinal, cerebro), y por ser más resistentes al cáncer que otras especies. Por ello, conocer su genoma servirá para explorar a nivel genético su desarrollo y regeneración.

“La secuenciación del genoma de ajolote es un gran avance, ya que es un mapa con el que vamos a generar nuevas estrategias experimentales, lo que antes no se podía. Viene mucha competencia a nivel global, porque más allá de los 30 laboratorios a nivel mundial que estudian la capacidad regenerativa del ajolote, ahora más gente querrá participar”, sostuvo Alfredo Cruz Ramírez, líder del grupo de Complejidad Molecular y del Desarrollo en el Laboratorio de Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio).

El investigador y Francisco Falcón Chávez (su estudiante de maestría) son dos de los 19 autores del artículo “El genoma del axolote y la evolución de los reguladores clave de la formación de tejido”, que fue el tema de portada de la revista Nature en la edición del 1 de febrero de 2018.

Elly M. Tanaka, una de las coautoras principales del artículo, conoció el trabajo del científico mexicano en un congreso en 2016, y tras varias charlas lo invitó junto con Falcón Chávez a contribuir en el consorcio que se conformó con científicos de Alemania, EEUU, Austria, China, Reino Unido y Francia para lograr la secuenciación del genoma.

La principal aportación de los mexicanos consistió en el análisis de los diferentes tipos de ARN no codificante. “Hemos encontrado que hasta el 70 por ciento de los transcritos son potenciales ARN no codificantes, además de que hay una gran cantidad de ácido desoxirribonucleico (ADN) repetitivo que mucha gente clasifica como secciones ‘basura’ porque no se transcribe, pero creemos que su función tiene que ver con la capacidad regenerativa”, indicó el biólogo molecular. A futuro, se harán análisis experimentales con ARN no codificante que ponga a prueba cada caso a nivel funcional.

La salamandra, cuyo hábitat natural se encuentra en los remanentes del lago de Xochimilco, en la Ciudad de México, ha sido muy utilizada como modelo para estudiar el desarrollo y regeneración celular, ya que tiene la capacidad de reconstruir ordenadamente huesos, músculo y nervio de partes de su cuerpo como la cola, branquias, corazón e incluso el cerebro, capacidad que se debe en gran medida a que en edad adulta permanece en estado larvario.

Hoy, gracias a la tecnología de punta que permite secuenciar una mayor cantidad de información genética, se conocen los 32 mil millones de nucleótidos (o 32 gigabases) que constituyen al genoma del axolote, información diez veces más grande que la del genoma humano.

Suscríbete al Boletín

PAÍSES QUE NOS ESTÁN VIENDO