Ciencia y tecnología

Mexicano embajador de la Asociación Americana de Microbiología

El universitario pretende fomentar la generación de seminarios, congresos y reuniones

mexicano-microbioloCiudad de México.— Luis Eduardo Servín Garcidueñas, docente de la Escuela Nacional de Estudios Superiores (ENES) unidad Morelia, fue reconocido como Joven Embajador de la Asociación Americana de Microbiología (ASM, por sus siglas en inglés).

El académico será representante de México en ese programa durante 2017 y se integrará a una red de 61 jóvenes embajadores de otras naciones interesados en difundir la microbiología entre estudiantes, profesores y público en general.

El universitario pretende fomentar la generación de seminarios, congresos y reuniones que abran espacios donde la comunidad de especialistas dé a conocer su información a todo el público.

El experto en microorganismos de sitios termales de México recordó que vivimos en un mundo microbiano. “Más de la mitad de la historia geológica de nuestro planeta fue habitada exclusivamente por microbios, y entre uno y tres kilogramos de nuestro peso corporal son microorganismos.” Ellos están presentes en el mar, el suelo y el aire, entre otros ambientes.

En nuestro cuerpo, el mundo microbiano no solo se limita a los intestinos, donde tienen un papel relevante en las funciones metabólicas y la nutrición, sino que investigaciones recientes demuestran que pueden afectar nuestro estado de salud mental e, incluso, la elección de pareja, control de hormonas, envejecimiento, alergias, olor corporal u obesidad.

No obstante, la mayoría de los microorganismos encontrados en la naturaleza (aproximadamente 99 por ciento) no ha podido ser cultivada en condiciones de laboratorio, por el gran desconocimiento que se tiene de ellos. De ahí la importancia de la metagenómica, cuyas técnicas permiten aislar el material genético de los microorganismos directamente del ambiente.

Luis Eduardo Servín Garcidueñas se ha dedicado a estudiar los microorganismos que habitan en sitios termales, en específico, en el campo geotérmico Los Azufres, en Michoacán.

Junto con sus colaboradores, ha analizado el material genético de virus y microorganismos nunca antes descritos o que han sido pobremente caracterizados. Sus estudios han revelado la presencia de microorganismos extremófilos, es decir, bacterias, arqueas y microalgas que son capaces de habitar en sitios volcánicos que presentan acidez extrema, temperaturas elevadas y concentraciones tóxicas de metales.

Se trata de especies con un material genético muy variable, con genomas circulares o lineales, con 900 genes y hasta miles de millones de bases de nucleótidos, algunos con todo un arsenal genético que participa en la detoxificación de metales pesados, resistentes a la acidez con ayuda de paredes celulares gruesas que los protegen de las condiciones del ambiente.

En México, recalcó, hay cientos de miles de lugares geotérmicos que no han sido explorados, “entonces tenemos una riqueza biológica que permanece completamente desconocida y que podría ser útil no solo para la ciencia básica, sino para la industria”.

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