Ciencia y tecnología

Más sobre la caída de objetos desde el cielo

Científicos buscan evidencia de la caída de un objeto en el municipio de Uruapan que fue reportado por usuarios de redes sociales

Teorema Ambiental/Redacción

El 21 de mayo a las 21:00 horas usuarios en redes sociales publicaron fotos y videos de una luz intensa vista sobre el municipio de Uruapan.

Sin embargo, el avistamiento no fue confirmado por las autoridades como la caída de un cuerpo celeste. La doctora Guadalupe Cordero Tercero, investigadora del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que carecían de información suficiente para saber si el objeto se desintegró en la atmósfera o cayó en la tierra.

“Los sismos reportados por los habitantes, pudieron ser efecto de la onda de choque que produjo el bólido… El objeto se ilumina a una altura de 30 kilómetros sobre la atmósfera, debemos ir buscando los testimonios de las zonas en donde se vio el objeto para tratar de encontrar algún meteorito”, señaló.

Los meteoros son el resultado del ingreso de pequeños fragmentos de rocas que vagan en el espacio, su tamaño varía hasta el tamaño de un auto compacto. Estos cuerpos son atrapados por la gravedad de la Tierra y se precipitan rápidamente hacia la superficie, emitiendo una luz intensa en su camino, debido a que se enciende el aire alrededor del cuerpo sólido, producto de la energía obtenida por velocidad con la que entra a la atmósfera terrestre de hasta 80 km/s.

A esta velocidad, el meteoro se calienta e ilumina y los minerales de los que está constituido. Los tonos amarillentos son de meteoros formados de hierro; violetas, de calcio; cian, de magnesio, o naranja, de sodio.

En algunos casos es posible observar en el cielo objetos más brillantes que los meteoros y al caer emiten un fuerte ruido, similar al de una explosión. Son conocidos como: bólidos.

Estos cuerpos son de mayores dimensiones, que caen a una velocidad mayor a la del sonido y crean una onda de choque, que suena como una explosión. Uno de los últimos registrados, se precipitó sobre el cielo de la ciudad rusa de Cheliábinsk, en 2013 y provocó múltiples daños. Del impacto pudieron ser rescatados algunos fragmentos en un lago ubicado a unos kilómetros de la ciudad.

Algunos bólidos pueden caer, fragmentarse y, por el ángulo del impacto rebotan en la atmósfera terrestre, como cuando lanzas una piedra sobre un cuerpo de agua.

Otros meteoros son fragmentos de cometas. Son grandes bolas de hielo y polvo que vagan por todo el sistema solar y, cuando se acercan al Sol, su radiación los fragmenta, dejando una nube de escombros a su paso, conocida como “cauda”.

Debido al movimiento de traslación de la Tierra, en ciertas temporadas una gran cantidad de objetos se precipitan en un espacio breve de tiempo. Este fenómeno es conocido como “lluvia de estrellas” y cuando ocurren con gran intensidad, se denominan “tormentas meteóricas”.

Finalmente, hay bólidos y meteoros artificiales, debido a la acumulación de basura espacial, compuesta de restos de cohetes espaciales, satélites artificiales o cualquier objeto relacionado con la actividad espacial.

Estos objetos sufren el mismo fenómeno, son atraídos por la gravedad terrestre y se precipitan a alta velocidad, quemándose al ingresar a la atmósfera. Si no logra desintegrarse, entonces cae.

Los meteoros son cruciales para los astrónomos para estudiar el origen del sistema solar o dar indicios sobre el nacimiento de otros planetas.

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