“La ubicación de Machu Pichu no es una coincidencia. Sería imposible construir un sitio así en las altas montañas si el sustrato no se fracturara”
Teorema Ambiental/Redacción
Ciudad de México, 26 de septiembre de 2019.— Un análisis del geólogo Rualdo Menegat señala que los incas sabían perfectamente que el lugar donde construyeron Machu Picchu era una zona con fallas tectónicas y utilizaron sus conocimientos para edificar esta imponente ciudad prehispánica, corazón de su imperio.
El estudio fue presentado durante la reunión anual de la Geological Society of America. De acuerdo con el investigador de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, en Brasil, los incas construyeron allí su ciudad de manera intencional.
“La ubicación de Machu Picchu no es una coincidencia. Sería imposible construir un sitio así en las altas montañas si el sustrato no se fracturara”, dijo Menegat.
Machu Picchu fue declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, se encuentra en una de las partes más altas de los Andes peruanos, una zona difícil de acceder y peligrosa.
El geólogo basó su hipótesis en el uso de imágenes satelitales y pruebas de campo. También mapeó una densa red de fracturas y fallas ubicadas debajo de este santuario.
Dichos accidentes topográficos están orientados hacia el noreste-sureste y otras hacia el noroeste-sureste, por lo que juntas forman una equis; en el centro es donde ubicaron Machu Picchu, mientras que las construcciones y campos agrícolas circundantes al santuario estarían orientados según el trazo de estas largas fallas.
Otras ciudades cercanas como Ollantaytambo, Pisac y Cusco, también se encuentran edificadas en la intersección de estas fallas: “Cada una es la expresión de las direcciones principales de las fallas geológicas del sitio”, afirmó.
Esta topografía resultó ideal para la construcción de Machu Picchu por los abundantes materiales de construcción que proporcionaba la zona.
“La intensa fractura allí predispuso a las rocas a romperse a lo largo de estos mismos planos lo que redujo en gran medida la energía necesaria para tallarlas y transportarlas”, dijo Menegat y agregó que también habrían facilitado canalizar el agua proveniente del deshielo y del agua de lluvia directamente al centro de la equis. Además, por la altitud a la que fue construida, evitó los efectos de avalanchas y deslizamientos de tierra.