Ciencia y tecnología

Los impresionantes géiseres y sus funciones en el planeta

Ocurren en lugares donde el magma, proveniente del manto de la Tierra, se encuentra cerca de la corteza y entra en contacto con el agua superficial

Teorema ambiental/Redacción

Ciudad de México, 29 de abril de 2020.— Son famosos en los parques naturales del norte de EEUU, son una importante fuente de generación de energía en Islandia o componen bellos paisajes en Nueva Zelanda.

Son una especie de minivolcanes que emanan un vapor blanco que huele a huevo podrido que se extiende por la región donde se encuentran. Además, periódicamente arrojan un espectacular chorro de agua a altas temperaturas que alcanza varios metros de altura durante varios minutos, acompañado de un rugido ensordecedor.

Este fenómeno es una manera de mostrar cómo funciona la energía hidrotérmica. Ocurren en lugares donde el magma, proveniente del manto de la Tierra, se encuentra cerca de la corteza y entra en contacto con el agua superficial, la cual se calienta rápidamente y sale despedida con fuerza, mientras que la roca en el interior continúa fundiéndose. Este fenómeno ocurre en regiones de mucha actividad volcánica o en sitios que tuvieron mucha actividad en el pasado, como ocurre en el Parque Nacional Yellowstone, en el estado de Wyoming.

El agua que alimenta los géiseres proviene de la lluvia o de la nieve que se derrite y se filtra al subsuelo a través de grietas o fracturas. El agua alcanza temperaturas superiores a los 100 ºC, pero como hay varios metros de roca sobre ella (a veces la capa llega a ser de más de un kilómetro de altura) no hierve, sino que se supercalienta y presuriza, por lo que sale despedida a grandes velocidades.

Cuando la presión es demasiada, supera el peso de la roca que está sobre el agua y sale de la tierra en forma de un explosivo géiser y su ruidoso silbido se produce hasta que el vapor alcanza una elevada presión.

Uno de los aspectos más curiosos de los géiseres es que, una vez que se forman por primera vez, se vuelven prácticamente perennes, debido a que el vapor se expande rápidamente. Una vez que el canal y el depósito quedan vacíos, la erupción termina y el ciclo se inicia de nuevo: más agua se filtra, se sobrecalienta y emerge en una erupción.

Algunos géiseres replican este ciclo con rapidez, con periodos de algunos minutos entre emisión y emisión, por ejemplo, el géiser llamado Old Faithful (Viejo Fiel), del Parque Yellowstone, emerge de la tierra cada 80 minutos aproximadamente, y se eleva a unos 60 metros en el aire.

Cuando la erupción es de apenas un par de minutos, el siguiente estallido se produce en intervalos de unos 45 minutos. Pero si la erupción es de unos cinco minutos de duración, requiere de más tiempo para que el agua llegue a su punto crítico y podrías esperar hasta una hora y media hasta la siguiente explosión.

Los géiseres se forman bajo accidentes geológicos muy raros, pues hay menos de mil en todo el mundo. Más de la mitad de ellos se ubican en Yellowstone, por ello son muy poco estudiados, pues no se ha podido demostrar por qué unos expulsan vapor más alto que otros o por qué unos expulsan su vapor de manera tan puntual y otros no.

El géiser Steamboat es el que produce estallidos de hasta 120 metros de altura, pero es de los menos confiables. Por ejemplo, en 2018 emitió 45 emanaciones, cuando el récord anual era de 32 y en los tres años anteriores, no registró actividad.

En los años setenta del siglo pasado tuvo otro periodo de alta actividad, con más de 20 erupciones al año, pero antes pasó más de 50 años en paz. Sus estallidos simulan estar junto a la turbina de un avión.

La palabra géiser viene del vocablo islandés gesyr, que quiere decir “chorro”, y el primero de estos sitios conocidos de esta forma está en Haukadalur, en Islandia. Se trata de uno que erupciona solo de vez en cuando.

También son fenómenos que duran solo unos cuantos miles de años, o hasta que algún evento geológico acabe con ellos. Por ejemplo, un terremoto de 6.1 grados en Yellowstone, en 1975, cambió la actividad de los que existen en el parque. Incluso temblores tan leves como 4 grados pueden alterar su funcionamiento.

Pero es su rareza y fragilidad lo que los hace tan atractivos. Millones de personas viajan cada año a ver a los géiseres activos.

En México se encuentra uno en Ixtlán de los Hervores, en el norte de Michoacán, cerca de la frontera con Jalisco.

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