Ciencia y tecnología

La hidroponía entenderla para romper mitos

Hidroponía es uno de los sistemas más adecuados para alimentar a una planta o a un cultivo. Existe una idea equivocada de que para instalar un sistema hidropónico, se tiene que hacer algo similar a un vivero, a un sistema cerrado o a una bodega. La realidad es que no se requiere una inversión de tal magnitud, para poder lograr buenos resultados usando hidroponía.

Lo que sí se necesita es que el clima sea el adecuado para la cosecha que se tiene en mente. Si se requiere de un vivero o de una construcción especial, ésta será útil siempre y cuando se pretenda obtener una cosecha fuera de temporada. Es decir, si se quiere tener fresas todo el año o jitomates, entonces sí se recomienda construir un vivero.

La idea central de la hidroponía es facilitarle a una cosecha en particular, todo el ambiente requerido para poder llevar a cabo la operación con éxito. Por ejemplo, si se tiene un clima adecuado para una cosecha en particular como la lechuga (que es uno de los productos más comunes cosechado mediante el sistema de hidroponía), se puede cultivar todo el año sin necesidad de un vivero. Si la región se ve afectada constantemente por vientos muy fríos, granizo o bajas de temperatura, entonces la situación cambia.

En el mercado existen infinidad de equipos hidropónicos que se pueden utilizar, dependiendo de lo que se esté cosechando. Por ello, Arie Hornreich Geifman, de Comercializadora Prover, recomienda a toda persona interesada en trabajar bajo el sistema hidropónico que no trate de diseñar su propio instrumental. Sostiene que es más fácil adquirir los equipos que romperse la cabeza diseñando uno.

El sistema hidropónico no es nuevo, se utilizó en la antigua Babilonia y en México, particularmente en Xochimilco, donde se construyeron balsas (superficies) que aprovechan los nutrientes naturales y se sembró de manera exitosa, sin usar un sustrato o buscar una tierra adecuada para plantar. Lo nuevo en hidroponía son las técnicas que se han desarrollado, los equipos que hacen más rentable determinada cosecha.

Por ejemplo, el concepto de recircular el agua, aunque no es tan nuevo, su importancia radica en su aporte educativo para ciertas regiones donde el agua representa uno de los costos más grandes de la cosecha. Sin embargo, gracias a la educación se está adquiriendo mayor conciencia sobre el uso del agua y su recirculación aun en zonas donde abunda.

Un error muy común que se suele cometer, es que cuando se riega la tierra no se le da agua directamente al cultivo. El desperdicio es enorme, debido a que para una sola cabeza de lechuga se utilizan entre 25 a 30 galones de agua, cuando en realidad la planta requiere de un porcentaje mucho menor y el resto se filtra a la tierra.

En hidroponía, bajo un sistema de reciclado, la misma cabeza de lechuga se puede cosechar usando sólo siete galones de agua, lo que se traduce en un ahorro extraordinario. Los beneficios ecológicos también son muy importantes si se utiliza el sistema hidropónico y las ventajas económicas consisten en que generalmente se puede obtener mayor capacidad de producción en el terreno. Se amplifica no nada más la cantidad de cosechas que se pueden tener, sino que al mismo tiempo se genera en espacios más pequeños.

Ahorrando tiempo y esfuerzo

Por ejemplo, si un terreno de cuatro por cuatro pies se explota bajo el sistema hidropónico se podrán cosechar unas 30 cabezas de lechuga, en comparación con las diez o 12 cabezas que se obtendrían bajo el sistema tradicional. En el uso de la propiedad de la tierra, se obtiene otra ventaja, debido a que cuando se mejora la habilidad en la forma de cosechar también se logran producir cuatro ciclos de cosechas al año.

Con hidroponía, se pueden obtener de diez a 12 ciclos de lechuga al año. La razón principal se debe a que hay un sistema de uso que no es nada más sembrar la semilla en determinada área, sino que cuando ésta llega a un nivel de crecimiento puede ser trasplantada al espacio donde se está cosechando la cabeza de lechuga. Es decir, se trata de un sistema continuo, donde no se pierde tiempo ni en arar ni en preparar la tierra.

El sistema hidropónico permite que las raíces respiren y que la oxigenación sea mejor gracias a una recirculación del agua. La oxigenación es constante. Cuando se trata de sistemas pequeños, la hidroponía es todavía más sencilla, porque todo está a la mano por su cercanía.

Cuando se trata de sistemas muy grandes, hay que crear una fosa para el riego y para la nutrición de la cosecha, y hay que incluir sistemas de inyección de aire para siempre tener muy bien oxigenada el agua. Generalmente se utilizan bombas y tuberías muy grandes.

En el mercado, existen equipos llamados de hobby, en los que pueden practicar niños o amas de casa. Sin importar el tipo o el estilo del equipo que se tenga, las plantas siempre requerirán unos 18 minerales y nutrientes básicos, que le sirven para poder regenerarse. La planta siempre se va a favorecer con estos nutrientes.

No hay muchas diferencias entre un sistema pequeño o uno grande. En ambos se puede hacer prácticamente lo mismo. Es decir, el tamaño del sistema no da la pauta para saber qué nutrientes utilizar o qué es lo que vamos a generar. Los nutrientes son los mismos en ambos sistemas.

El concepto básico de la hidroponía consiste en alimentar la planta y no la tierra. El único método y el más efectivo, mediante el cual la planta pueda absorber nutrientes, es cuando están disueltos en agua. La planta no aprovecha absolutamente nada sólido. De nada sirve fertilizar en sólidos, es decir en la tierra, si después la planta tendrá que buscarlos. Por ello, en las formas tradicionales de cosechar hay mucha pérdida de energía.

Algo que también se debe considerar es que la planta no tiende a discriminar un elemento de otro, o uno que pudo haberse disuelto de una piedra (por ejemplo calcio) o si proviene de una composta. Por medio de hidroponía, constantemente se está alimentando a la planta de lo que requiere. Esto se logra al 100 por ciento y la planta no gasta energías en su búsqueda de alimento.

Capacidad de crecimiento predeterminada

Además, las plantas son organismos vivos, que cuando les proporcionamos una alimentación balanceada y en las cantidades adecuadas, crecen con mayor rapidez y se reproducen de una manera más efectiva. Todos los organismos vivos tenemos un diagrama genético en el cual está predeterminada la capacidad de crecimiento.

Con base en ello, no es cierto que un sistema hidropónico acelere o haga algo fuera de lo común en cuanto al crecimiento de un cultivo. Lo que pasa es que sólo se le proporciona a la planta una nutrición directa y sin desperdicio de energía. Entonces, toda la energía se utiliza para crecer y ésta es la razón por lo que vemos resultados mucho más rápidos con la hidroponía, que en otras formas de cultivar.

En Nueva Zelanda o en Australia, que son los más adelantados en hidroponía, han logrado niveles de eficiencia muy superiores a muchos otros países gracias a que se mantiene al 100 por ciento el control de la cosecha. Aspectos como nutrición, oxigenación y aprovechamiento del agua, son totalmente controlados y si se tienen recursos para construir un vivero, entonces se podrá controlar el ambiente, la temperatura, la humedad, el ciclo de luz que se requiere y, los resultados serán impresionantes.

De entre los sistemas básicos que se pueden conseguir, hay que destacar el que permite que el flujo del agua sea constante y que no se desperdicie, el de llenado y vaciado, que recicla el agua en la misma tina o fosa que usa nutrientes. Mediante este último sistema se pueden usar macetas con agujeros o plásticas y algún tipo de grava, que sirve para sostener a la planta y para darle la posibilidad de crear su sistema de raíz que le da libertad en la asimilación de oxígeno.

Uno de los sistemas más comerciales es el llamado NFT, que consiste en la técnica de crear una capa muy delgada de agua corriendo de manera constante por las canaletas. Por lo general, este sistema se usa para cosechar fresas, lechugas o jitomates. Es importante señalar que al utilizar los sistemas comerciales, el agricultor se debe ajustar a las especificaciones de uso, como son cuidar el nivel de pH que tienen el agua y el nutriente. De no seguirse al pie de la letra tales especificaciones, se puede llegar a perder una cosecha completa.

Por último, existen equipos que son aeropónicos, que ocupan un sistema similar a la hidroponía, pero que usan un reciclado de aire y un leve rocío de agua para generar crecimiento en las plantas.

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