Ciencia y tecnología

Jugo de nopal, origen de bioplástico muy mexicano

El nopal fue seleccionado para el proyecto debido a su simbolismo mexicano y a que es una planta fácilmente producida

Teorema Ambiental/Redacción

bioplastico-nopalSandra Pascoe, profesora investigadora de la Universidad del Valle de Atemajac (Univa) en Guadalajara, trabaja en el desarrollo de un bioplástico amigable con la naturaleza, creado a partir de plantas suculentas.

Este bioplástico aprovecha las propiedades del nopal, una especie común y presente en las zonas desérticas de la región de Los Altos de Jalisco y en los límites con Zacatecas y San Luis Potosí. Sandra Pascoe señala que se buscó usar una especie que no es comestible para el humano, a fin de evitar la competencia en el uso del nopal como alimento.

“El proyecto surge de una inquietud ecológica para tratar de suplir, no al 100 por ciento quizás, los plásticos derivados del petróleo, y se propone de cierta manera sustituir los materiales plásticos que tardan muchos años en degradarse”, señala la ingeniera química y maestra en procesos biotecnológicos.

Sandra Pascoe asegura que el desarrollo de este bioplástico derivado del nopal inició tras observar el mucílago que segrega la planta, es decir, la sustancia viscosa que se encuentra en algunas especies. La idea primaria era buscar un sustituto para las bolsas plásticas de uso diario; no obstante, aún faltaba determinar la materia prima para iniciar la investigación.

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“Lo que hice fue probar algunas formulaciones de mezclas, no llegar a lo mejor a la polimerización, pero sí que se mejoraran las características de la baba del nopal, y con eso fue con lo que empecé a trabajar”, relata Sandra Pascoe Ortiz, quien es docente en la Univa desde hace 16 años.

Este trabajo empezó a desarrollarse hace cuatro años y, actualmente, el equipo de investigación de la maestra Sandra Pascoe se encuentra experimentando con distintos tipos de fórmulas de bioplástico para probar características como resistencia o elasticidad.

Para la producción del bioplástico derivado del nopal, la maestra Sandra Pascoe asegura que la materia prima que se utiliza en la elaboración de este producto puede obtenerse con un extractor de jugo, de donde se toma el líquido más espeso para empezar con el desarrollo de este material.

Luego se le agregan sustancias como glicerina, proteínas naturales y, en algunos casos, se usan colorantes de origen natural para mejorar la estética del producto. La maestra Pascoe menciona que se ha experimentado con las proporciones de los materiales para obtener una consistencia más acorde con las características deseadas.

Este bioplástico, asegura la maestra, puede degradarse a la intemperie en tres meses, y si está en contacto con agua, el periodo se reduce a dos semanas, en contraste con otros plásticos que duran años sin integrarse al medio ambiente.

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