Son las primeras mexicanas con certificación internacional en física médica y están acreditadas como profesionales de calidad mundial en la especialidad de Radio-Oncología
Teorema Ambiental/Redacción
Ciudad de México, 3 de noviembre de 2020.— Dos egresadas de la Escuela Superior de Física y Matemáticas (ESFM), del Instituto Politécnico Nacional (IPN), son las primeras mexicanas en lograr la Certificación Internacional en Física Médica, por la International Medical Physics Certification Board (IMPCB). Se convirtieron en las primeras profesionales de calidad mundial, en el ejercicio de la especialidad de Radio-Oncología.
La certificación es otorgada por el IMPCB, organismo que opera en colaboración con la Organización Internacional de Física Médica (IOMP) y la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA).
Evangelina Figueroa Medina y Mariana Hernández Bojórquez sometieron sus conocimientos al escrutinio de reconocidos expertos internacionales, en tres etapas: la primera fue un examen sobre conocimientos generales de física médica y, la segunda, una evaluación en radioterapia.
“La tercera parte fue un examen oral, en el cual demostramos, ante cinco especialistas de talla mundial, que contamos con la preparación académica de posgrado, además del criterio y la experiencia suficientes para tomar decisiones adecuadas y certeras para pacientes en tratamiento, diagnosticados con cáncer”, detalló Evangelina Figueroa, actual encargada de Seguridad Radiológica en la Corporación Oncológica México-Americana en Aguascalientes.
De acuerdo con Mariana Hernández, quien labora como física médica en el Centro Médico ABC y también como docente de la ESFM, es el tiempo, la dedicación y la pasión por esta especialidad, lo que se requiere para aprobar cada uno de los tres exámenes que exigen al límite la capacidad de los profesionales en el área y ponen a prueba los conocimientos en la práctica clínica.
Para ambas investigadoras, esta certificación significa una gran satisfacción personal, porque es el resultado de muchos años de trabajo y de esfuerzo, pero también una gran responsabilidad para desenvolverse en el futuro con mayor profesionalismo e impulsar un proceso de estandarización de la práctica clínica en el país, con un aval de calidad internacional.
