Ciencia y tecnología

Inexistentes registros del potencial de plantas medicinales en México para la cura de padecimientos mentales

Pese a conocerse las causas de los padecimientos mentales, muchas plantas no ha sido exploradas en su potencial medicinal para generar nuevos fármacos en el sistema nervioso central, denunció Andrés Navarrete, coordinador de la sección de Farmacología y Toxicología del Departamento de Farmacia de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM.  leer música
Juan Carlos Machorro

“Si se sabe que la variedad ‘manto de cielo’ tiene efectos sobre la memoria, y ésta se relaciona con el Alzheimer, por qué no estudiar sus semillas, así mismo los hongos alucinógenos actúan sobre el neurotransmisor conocido como serotonina, vinculado con procesos psicofisiológicos, por qué no analizarlo”, dijo.

Durante la conferencia “Las plantas medicinales y su acción en el sistema nervioso central”, efectuada en el Auditorio de la FQ, añadió que el aumento de la esperanza de vida demanda nuevas formas para tratar los padecimientos de las personas de la tercera edad, y ahí, estas especies juegan un papel importante.

Por ejemplo, en ese sector se registran problemas de insomnio, no obstante, no se ha dado atención a los vegetales que podrían contribuir a resolverlos, tales como el azahar, valeriana, tila, hojas de naranjo o té de limón, que ayudan a conciliar el sueño y a mantener la tranquilidad, aseveró.

Explicó que un tercio de la población adulta presenta dificultades para dormir y conforme aumenta la edad se incrementan estas alteraciones, consideradas como el síntoma más común de enfermedades mentales. Detalló que 17 por ciento de los pacientes con este mal sienten que su padecimiento tiene repercusiones en su vida diaria, y es cierto, un descanso pobre provoca que las personas sean menos eficientes y que su desempeño se reduzca.

El insomnio ocasional afecta entre 25 y 35 por ciento de la población, pero es posible tratarlo con fármacos comunes. No obstante, advirtió, el crónico —aquel que se presenta tres veces por semana en un mes— es más difícil de manejar y mella en 57 por ciento de las personas mayores de 65 años. Para ellos hay remedios eficaces, con efectos secundarios; pero también hay plantas para inducir el sueño. En el antiguo libro de Martín de la Cruz hay recetas contra dicho trastorno, para las que se señala la flor de tila y azahar, té de limón, las hojas de naranjo, valeriana, zapote blanco, ruda y albahaca blanca, recordó.

Algunas de ellas han sido estudiadas por Andrés Navarrete y su equipo de colaboradores, quienes han descubierto actividad sedante en los tres primeros. También se ha analizado la valeriana mexicana, “cuyo uso principal es para el tratamiento del insomnio; aunque también presenta acción anticonvulsiva, mayor que otras especies”, informó.

Los fármacos que actúan sobre ese sistema son cada vez más importantes. En la primera mitad del siglo XX se clasificaban en: narcóticos (opio, morfina), hipnóticos (cloroforma, alcohol) y sales de bromuro (antiepilépticos). Más adelante, refirió, se describieron los usos clínicos de las anfetaminas, con origen en 1927, y para la segunda mitad del siglo surgió la mayor parte de los medicamentos que se conocen hoy, cuyas aplicaciones clínicas fueron descritas gracias a la observación de sus efectos secundarios.

El uso de plantas con diferentes propósitos, como la amapola, es mucho más antiguo; y las que intervienen sobre el SNC fueron de las primeras en ser utilizadas, junto con las comestibles, dijo. Algunas de ellas son Papaver somniferum y su componente, la morfina; la Atropa belladonna y Cannabis sativa.

Fuente: Teorema

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